La emocionante despedida de Zugarrondo, la campeona de balonmano que renuncia a su carrera por no poder atender a su familia

P.C.D

DEPORTES

M.Z

La portera navarra, con nueve titulos en su palmarés, se reconoce incapaz de atender la custodia de sus dos sobrinas menores

21 may 2019 . Actualizado a las 11:22 h.

Se llama Maite Zugarrondo y la suya es una exitosa carrera profesional como portera de balonmano. Ganó tres ligas, cuatro Supercopas y dos Copas de la Reina. A sus 30 años, recién cumplidos el pasado 4 de mayo, esta pamplonica, que militó en el Itxaco, el Alcobendas y el Bera Bera, anuncia que abandona la práctica del deporte de élite al verse incapaz de compatibilizar su vida personal y profesional. Zugarrondo se hizo cargo, hace dos años, de sus dos sobrinas menores, que ahora tienen 4 y 6 años. «Dejo el deporte de alta competición. Tengo a mis dos sobrinitas pequeñas y se me hace difícil conciliar mi vida de madre soltera con el balonmano de alto nivel. Voy a buscar un futuro y una estabilidad para ellas», mantuvo emocionada en su despedida.

Cuando el gobierno navarro le otorgó la custodia, se abrió para Zugarrondo una compleja situación personal. «Ellas no podían ver a la familia y entonces yo tampoco», revelaba la portera en una entrevista en Radio Euskadi. «Vivimos las tres juntas en un pueblo que no es el nuestro, un pueblo maravilloso, pero el deporte a este nivel requiere una concentración máxima. Antes me llevaba el trabajo a casa y ahora me llevaba mis cosas al entrenamiento y no estaba al 100%» reveló la deportista. «Me cuesta mucho pedir ayuda. El Bera Bera me dio todo tipo de facilidades. Pero cada vez que tenía un desplazamiento me veía obligada a dejar a las niñas y eso me suponía bastante». Zugarrondo admite que unas mejores condiciones salariales le hubiesen permitido continuar con su carrera, aunque evitó los reproches. «Con mi contrato me apaño bien pero con más dinero podría haber contratado a alguien que estuviera más tiempo. El club hizo lo que estaba en su mano. Me pusieron la casa para vivir con las niñas, porque todas las jugadoras compartíamos piso, y quizás, si no, no me hubieran dado la custodia», confesó en la entrevista al programa «Boulevard Informativo».

La intención de Zugarrondo es instalarse definitivamente en Pamplona y seguir vinculada al mundo del deporte en la labores de coordinación de algún club de balonmano.