El esloveno se impone en el prólogo por delante de Simon Yates
11 may 2019 . Actualizado a las 20:48 h.Su cuarto puesto en el Tour de Francia del pasado verano le colocaba entre los grandes favoritos para poder optar a la victoria en el Giro, pero pocos esperaban una exhibición como la que ayer ofreció Primoz Roglic, jefe de filas del equipo Jumbo, a los aficionados que se agolpaban en las cunetas de las calles de Bolonia. El esloveno voló en la contrarreloj que sirvió de pistoletazo de salida a la carrera y mejoró en 19 segundos el gran registro del británico Simon Yates (Mitchelton-Scott) y en 23 segundos el tiempo de Vincenzo Nibali (Bahrain-Merida), tercer clasificado, que demostró a todos aquellos que albergaban dudas sobre el estado físico del dos veces ganador de la carrera italiana que el Tiburón sale a morder.
No era una crono al uso. La subida final al santuario de San Luca, con rampas de hasta el 16% de inclinación, causó estragos. De los diez mejores contrarrelojistas del pasado Giro, solo Tom Dumoulin (Sunweb) se coló entre los diez primeros. Especialistas como Victor Campenaerts o Jos Van Emden, entre los mejores en la pasada ronda, solo pudieron ser vigésimo y trigésimo quinto respectivamente. El resultado fue que los corredores más completos, contra el reloj y en la montaña, coparon las primeras posiciones. Miguel Ángel Superman López (Astana), a 28 segundos del líder, fue cuarto y el holandés Dumoulin firmó el quinto lugar con el mismo tiempo que el neerlandés.
El peor parado de la jornada fue Mikel Landa. El corredor del Movistar arranca el Giro como 36 clasificado de la general perdiendo un minuto y siete segundos con respecto a Roglic y 22 segundos por detrás de su compañero de equipo Richard Carapaz. Primer palo para el español que quiere dar un paso al frente en el pelotón en Italia. «Día complicado. No he empezado como quería. No me he encontrado bien en la parte final; se me ha hecho muy larga. Debería haberlo hecho mejor», admitió el vasco que destacó el gran registro del primer líder de la general.
El mejor español fue Pello Bilbao, del Astana, que entró a meta a 42 segundos del esloveno y es undécimo.