En plena lucha por la salvación, el club abre el entrenamiento a un grupo de aficionados elegidos por sorteo
01 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Maximus, la mascota del club, fue la mano inocente en el sorteo para elegir a los aficionados que tuvieron oportunidad de explorar las entrañas del Cafés Candelas Breogán. Los diez socios afortunados, junto a sus respectivos acompañantes, se lo pasaron en grande en la novedosa iniciativa impulsada por la empresa Serfuja, de servicios funerarios, y el conjunto breoganista. Un proyecto pionero pensado en el público que permitió a un grupo de hinchas lucenses compartir rutina con sus ídolos. McCallum, Gerun, Cvetkovic y compañía sentaron cátedra sobre el parqué después de que los atónitos visitantes descubrieran los lugares más recónditos del templo breoganista: el Pazo.
Tras visitar la sala de prensa, los vestuarios, el palco vip y la sala donde el ejército lucense examina en vídeo las estrategias del rival, los participantes saltaron al parqué para mostrar sus habilidades en los concursos de tiros ante la mirada, los aplausos y los consejos de los jugadores y el cuerpo técnico.
«Una experiencia inesquecible para os afeccionados», destacan desde el Breogán a modo de resumen sobre un acto que concluyó con un ágape y la ineludible foto de familia.
Desde Serfuja expresaron su sorpresa por la aceptación del proyecto. «Recollemos en torno a un centenar de solicitudes para o sorteo», comentaron. Y añadieron: «Todo isto é só unha parte do que temos preparado».