Nadal recompuso su tenis, afrontó el problema y sin un tenis demasiado bonito devolvió el río a su cauce. Mayer no es conocido especialmente por su sangre fría. Al contrario, siempre se le recuerda aquel encuentro en Shanghái en el que desperdició seis puntos de partido contra Roger Federer. Cuando el partido fue avanzando, los nervios se le presentaron y ahí Nadal mata. Una rotura a las primeras de cambio fue suficiente para inclinar el segundo set. En el tercero, Mayer también comenzó sacando, cogiendo cierta ventaja psicológica, pero el balear encadenó un juego sublime con 2-2 que culminó con un 'passing shot' que le entregó el 'break'.
Mayer no pudo más con la presión de una pista rendida al campeón y un encuentro que acariciaba las tres horas. Extenuante en lo físico y en lo mental. Nadal abrochó los últimos tres juegos y finiquitó un debut que durante muchos minutos amenazó con naufragio.