Visita una cancha maldita, con la salvación encarrilada
05 abr 2019 . Actualizado a las 08:45 h.A cinco jornadas del final de la liga regular, ya con el play off de ascenso imposible, y con el descenso lejos (con 3 victorias de colchón), el Leyma Coruña buscará terminar con la mayor dignidad posible la temporada. Los naranjas visitan esta tarde (20.30 horas) Pumarín, un pabellón que históricamente se le da muy mal, para medirse a un Oviedo que se juega lograr una buena posición de cara a la fase de ascenso.
«Tenemos una salida muy complicada y de máxima dificultad contra Oviedo, un rival que ofrece mucha calidad en el juego y que viene de una racha muy buena. Se ha consolidado como uno de los mejores equipos defensivos (es tercero con un balance de 19-10). En el Pumarín, sobre todo, juega con mucha agresividad y dureza y con buen hacer. Tienen muchos parámetros positivos en el juego y ocupa el lugar privilegiado en la tabla», explica el entrenador Gustavo Aranzana.
«Independientemente de hombres importantes en Oviedo y de su calidad lo que debemos de priorizar es nuestro sentido colectivo del juego, tenemos que afrontar el partido como una final, competir el máximo e intentar solventar la cantidad de dificultades que nos va a poner enfrente, intentar jugar al cien por cien de intensidad y efectividad. Defensivamente tendremos que igualar el nivel de Oviedo su trabajo en el rebote y el ritmo de juego», apeló ante un encuentro en el que, de lograr la victoria, daría al equipo «una satisfacción para seguir creciendo».