Vero Boquete le entrega el testigo a Tere Abelleira: «Será mejor que yo, seguro»

DEPORTES

Senén Rouco / Álex López-Benito

La Voz reúne a las dos únicas gallegas que han jugado una final europea sub-19 y que la han ganado

26 nov 2019 . Actualizado a las 11:47 h.

De Vero Boquete (Santiago, 1987) a Tere Abelleira (Pontevedra, 2000) solo median 13 años. Un tiempo sideral en el desarrollo del fútbol femenino. La compostelana fue pionera en España, se convirtió en referente de miles de niñas, y luchó para que su deporte fuera mejor. Unos beneficios que ahora recoge la pontevedresa, capitana del Dépor femenino y una de las grandes promesas, no solo del fútbol femenino gallego, también del español. Tanto Vero como Tere pueden presumir de ser las únicas gallegas que han ganado un campeonato de Europa sub-19, jugando la final. Finlandia 2004 y Suiza 2018. La Voz reunió a ambas, ídolo y heredera, aunque la mayor, la mejor futbolista española de la historia, lo tiene claro en su sentencia: «Va a ser mejor que yo, seguro».

«Jugamos una vez juntas, en Vilagarcía, en un partido de la selección gallega», recuerda la actual futbolista del Dépor, mentando aquel duelo del 2016 contra Cataluña. «Yo he tenido un poco la suerte de verla crecer. La recuerdo en alguno de mis campus, cuando era mucho más pequeña, y luego la he ido siguiendo», agrega Boquete.

«Yo era una de las niñas que quería ser como Vero Boquete. Ella siempre fue un referente para todas las de mi edad y también para más pequeñas y mayores. Todas crecimos anhelando ser como ella. O al menos intentarlo. Para mí es única. Lo que hizo por el fútbol femenino debe ser reconocido», expresa Abelleira, con algo de timidez por tener delante a su ídolo de infancia, pero a la vez emocionada por el reencuentro. «Yo crecí sin referentes femeninos y eso a día de hoy es diferente. Ahora las niñas saben que pueden ser profesionales, que pueden dedicarse a esto. Pero llegar al máximo nivel siempre es difícil. No hay más valor antes que ahora», reconoce Vero.

La santiaguesa ha jugado en Estados Unidos, Rusia, Suecia, Alemania, Francia y China, pero aún así se preocupa por seguir el fútbol de su tierra. «He intentado seguirla todo lo que pude desde la distancia. Ya desde la primera vez que la vi, lo que más me sorprendió fue la comprensión del juego que tiene, que es fundamental en la posición en el campo en la que juega. Tiene que decidir bien, tiene que hacer jugar a su equipo... Eso lo tiene, además de sus cualidades técnicas y tácticas», elogia Boquete. «A mí lo que más me sorprende de Vero es la capacidad que tiene de aguantar el balón y de decidir siempre lo adecuado para el equipo, llegando al área y además teniendo tanto gol. Algo que yo echo en falta, y ella sí que lo tiene. Es verdad que suelo meter goles de falta, pero hay que seguir mejorando», devuelve el piropo Tere.

VÍTOR MEJUTO

¿Jugar juntas? ¿En el Dépor?

Abelleira tiene algo por lo que Vero hubiera vendido su alma al diablo, hace diez años. Un equipo, en su tierra, que le ofrece un contrato profesional, unas buenas instalaciones para entrenar y una estructura de club de Primera División. «Todavía hoy sigue costando que se vea todo eso que ofrece el Dépor. Esa es la progresión que debe tener el fútbol femenino y que ha hecho que en España se haya dado un salto de calidad tan grande. Yo he tenido que irme fuera para tenerlo, y no en todos los sitios lo encontré. Hay que valorar lo que hace el Dépor y, sobretodo, aprovecharlo para conseguir un rendimiento mejor», ensalza la jugadora santiaguesa.

A Tere se le iluminó la cara al escuchar los elogios de su ídolo hacia su equipo, así que olvidó la vergüenza un instante para lanzarle una gran proposición. «Estaríamos encantadas de ficharla para el Dépor. Pero que viva lo suyo y, cuando quiera, la recibiremos con los brazos abiertos. Por mi parte estaría superencantada de compartir vestuario con Vero algún día», expresa.

«¡Dicho queda! Yo sé que voy a volver a España, mi vuelta está cada vez más próxima. Voy a alargar mi carrera todo lo que pueda, pero me gustaría volver a mi país, poder disfrutar de la Primera División en mi casa, y qué mejor que hacerlo en mi tierra. Pero lo principal, y no por mi, por todas las niñas gallegas, es que tengamos un equipo en la máxima categoría. Y de eso se tienen que encargar ellas. Seguro que llegará y después se abrirán las puertas de volver aquí», acepta el reto, Boquete. «Yo firmé dos años de contrato en Estados Unidos, pero yo siempre incluyo una cláusula de que si al final de la temporada hay otra cosa que me apetezca más tener la libertad de poder irme. Cuento con estar sí o sí esta temporada, hasta octubre, y espero conseguir lo que quiero, que es ganar esa liga norteamericana que hace unos años se me escapó en una final a penaltis», agrega.

Vero advierte que tiene cuerda para rato. «Espero dejarlo dentro de muchos años, pero el fútbol femenino gallego quedará en muy buenas manos. De sobra. Ahora hay más nivel que antes. Cuando me retire me tocará disfrutarlo desde el otro lado y, si todo va bien, desde más cerca, desde el banquillo. Quizás algún día te entreno, Tere», reta esta vez la santiaguesa. «Tere será mejor que yo, seguro. La base es mejor. Cada vez se trabaja mejor, cada vez tienen más experiencia a nivel nacional e internacional, mejores condiciones, más profesionales... Ahora todo dependerá de su cabeza. Pero estoy segura que tanto Tere como otras niñas gallegas serán mejor que las que hemos estado antes», reconoce.

Por último, Boquete lanza su consejo para que Tere, y otras, sean conscientes de lo que supone el salto a la élite. «Sin trabajo no vas a llegar. Eso sin duda. Al final, llegar, y sobretodo mantenerse en la élite, es difícil si no te esfuerzas en ser mejor cada día. La ambición de querer siempre más te hace exigirte, y eso es fundamental también en la élite. Y luego yo añadiría también la ilusión. Que no te cueste meterle horas a esto, que te ilusione cada partido, importante o no. Eso es clave», dice.