Pero además de por su trabajo profesional, Casais es sobradamente reconocido en Galicia por su labor docente. Preparadores físicos con recorrido como Juan Solla (Watford) o Rubén Crespo (Leeds) y entrenadores como Yago Iglesias (Compostela) lo consideran su maestro. «Tengo la satisfacción de que el grupo de profesores de fútbol que teníamos en la facultad de Pontevedra tuvimos un nivel de integración y complicidad casi mágico (Carlos Lago y Eduardo Domínguez). Muchos exalumnos están ahora en el alto nivel, en diferentes ligas y continentes, y son referencias de buen hacer. Es una evidencia contrastada que en aquellos 10 años de docencia se formaron a muchos egresados que hicieron carrera en el fútbol. Las cuentas son más difíciles de llevar ahora, pero en la actualidad solo de nuestro grupo de investigación en fútbol me salen 20 técnicos que están en el fútbol profesional, y cerca de la centena de egresados que trabajan en fútbol», calcula.
«Era y me siento profesor de educación física. Entre tanto he podido ejercer diferentes profesiones vinculadas: entrenador, preparador físico, profesor universitario, investigador... Siempre intento explicar el por qué hacemos ciertas cosas y no otras. Me gusta hacer conscientes a las personas a mi cargo. Enseñar, si se quiere usar ese término. Volveré a retomar esa faceta, y en lo investigador igualmente. Uno nunca deja de hacerse preguntas, de cuestionarse, de buscar explicaciones, argumentos o soluciones. Ese es el germen del enfoque investigador que no deja de acompañarte», agrega.