La comisión gallega antiviolencia estudiará sanciones por los altercados en los partidos de fútbol base de Pontevedra, A Coruña y Laxe

Iván Antelo / La Voz REDACCIÓN

DEPORTES

CESAR QUIAN

«Os que vulneran o principio esencial do deporte sen violencia deben saber que non quedarán impunes», explica José Ramón Lete.

19 oct 2019 . Actualizado a las 16:23 h.

A tenor de los graves incidentes sucedidos en los últimos días en el fútbol base gallego, la Secretaría Xeral para o Deporte convocó de urgencia la comisión de control de la violencia para este viernes, para que estudie posibles acciones legales contra todos los implicados en los incidentes de A Coruña (se agredió a un médico que iba a socorrer a un árbitro desvanecido), Laxe (insultos machistas a una niña de 9 años) y Pontevedra (pelea a cabezazos entre padres en un encuentro de prebenjamines). «Os que vulneran o principio esencial do deporte sen violencia deben saber que non quedarán impunes», explica José Ramón Lete.

Esta comisión, que comenzó a funcionar el pasado mes de septiembre, tiene la potestad de incoar los pertinentes expedientes sancionadores, si detectan infracciones contempladas en la Ley del Deporte. En concreto, lo relativo a los artículos 157 («infracciones de las personas organizadoras de competiciones y espectáculos deportivos») y 159 («infracciones de otros sujetos».

La comisión gallega de control de la violencia en el deporte fue constituida el 25 de septiembre del 2018 como un órgano que da cobertura y respuesta a las denuncias que se produzcan en el contexto de la práctica de competiciones oficiales deportivas de ámbito autonómico, provincial, zonal o local, toda vez que la comisión estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte da cobertura a las competiciones oficiales deportivas de ámbito estatal. Hasta ahora, a nivel autonómico, solo el comité gallego de justicia deportiva podía actuar ante un incidente violento siempre que se produjese una denuncia, en vía de recurso o apelación, dentro del ejercicio de potestad disciplinaria deportiva.

Los implicados en la batalla entre el AJ Lérez y Moañesa recalcan que fue un lio «ajeno» al fútbol

Los implicados en el altercado que obligó a suspender el partido de prebenjamines entre el AJ Lérez y la EFB Moañesa recalcaban ayer que lo sucedido no tenía nada que ver con el juego de los menores, «fue ajeno a los niños, fue un problema en la grada como pudo haber ocurrido en un parque o en un aparcamiento», explicaba el presidente de la AJ Lérez, Carlos Rodríguez, que igualmente calificaba de «bochornoso» lo ocurrido. Quiere pasar página cuanto antes y olvidar este mal trago. Además, supone que no se repetirá el encuentro. «Quedó suspendido y ya no sé si se jugará, íbamos ganando de tres», comenta el presidente del club pontevedrés, que espera ahora a conocer la decisión de la Comisión Antiviolencia de la Xunta y de la Federación Galega de Fútbol. Uno de los padres implicados recalcaba ayer que fue un conflicto puntual entre dos personas y que el resto de implicados solo trataba de separarlas.

El Vioño niega el acoso al árbitro, pero reconoce el escupitajo de un jugador

El Vioño quiso restarle importancia a lo ocurrido en el partido de juveniles que le enfrentó con el Marola, que según fuentes federativas y arbitrales fue suspendido porque el árbitro se sintió acorralado: «No voy a decir que son unos santos, porque no lo son. Los hechos que acontecieron son consecuencia de una falta que nos pita en contra en una disputa. Nuestro capitán le dijo al arbitro ‘¿pero esto es falta?’ Y le enseñó la segunda amarilla. Después vienen protestas de otro compañero y le enseña dos amarillas. Lo que no voy a apoyar es el comportamiento del tercer expulsado, que le escupe y eso no lo permito. El señor arbitro determinó por su cuenta que el partido se suspendía y para poder justificar esta suspensión, lo más fácil fue llamar a la policía y decir que se le estaba amenazando. Jamás fue perseguido ni amenazado por jugadores del Vioño una vez fueron expulsados del terreno de juego», explica Luis Antonio Fernández, entrenador del Vioño.

Los casos que deberán estudiar