Ana Peleteiro, chica guerrera

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

DEPORTES

LEE SMITH | REUTERS

04 mar 2019 . Actualizado a las 14:16 h.

Es imposible no sentir vértigo ante esas competiciones en las que los deportistas se lo juegan todo en un puñado de intentos, en unos pellizcos de pocos segundos. Como el triple salto. La presión condensada en un suspiro y tres zancadas. El temor al nulo, al mal paso que lo borre todo. Y el vuelo imposible. No caminan sobre las aguas. Van más allá. Caminan sobre el aire, como si su suelo fuera otro, invisible y acolchado. Y en ese arte acaba de coronarse Ana Peleteiro. Su viaje no ha sido fácil. No es tan sencillo como seguir la senda de baldosas amarillas, aunque te lo repitan una y otra vez. A ella no le cuesta recordar sus nubes negras, cuando estuvo a punto de renunciar a las alas del salto. La niña prodigio del atletismo español vivió malos tiempos, en los que no sintonizaban piernas y cabeza. Pero hizo lo más difícil, resistir y resucitar. En los triunfos no se olvida de las espinas del supuesto camino de rosas. «España se merecía ya una alegría, porque siempre me ha apoyado en los momentos duros que he tenido. Salté por mi familia, por mi entrenador y, sobre todo, por España», dijo cuando conquistó la medalla de bronce en el Mundial de pista cubierta. Entre lágrimas y sin complejos. En estos momentos de etiquetas fáciles y de extremos marcados, Peleteiro le romperá los esquemas a más de uno.

Un día responde a los que dedican insultos racistas al futbolista Dani Alves con un tajante «yo también soy una macaca». Otro escribe que le parece «moi triste ter que poñer o teclado en portugués para conseguir escribir en galego no iPhone... Galego en Apple xa». Igual anima a Sabela en Operación triunfo que carga sin piedad contra una atleta que da positivo: «Desaparece y deja de ensuciar el atletismo español, tramposa». O lanza desde las redes sociales un grito de auxilio cuando el fuego vuelve a amenazar a los gallegos: «Por favor, se necesita ayuda en Galicia». O reflexiona sobre una lesión, una sensación, una alegría o una tristeza. Mujer, barbanzana, negra, gallega, africana, guerrera y campeona. Por mucho que otros intenten apropiarse de la bandera, ella sí es marca España.