De los 500.000 euros del Peugeot 306 de Manolo Senra, a los 5.000 de los Marbella
01 mar 2019 . Actualizado a las 09:35 h.«O meu coche ten un valor incalculable. Se me apuras, medio millón de euros. Pero nunca pensei en vendelo. Se acaso, sería o meu plan de xubilación, se o preciso».
Son palabras de Manolo Senra, el dueño del coche más caro del parque cerrado del rali de A Coruña, el Peugeto 306 Maxi Kit Car que hace las delicias de los aficionados por su sonido. Todo un clásico de 300 caballos que no podrá optar a la victoria por culpa de los avances tecnológicos. En su momento, fue coche oficial de competición del fabricante francés. Como este, apenas habrá cuatro en el mundo. Tarolo también posee un 309 y un 206, únicos, por ser los últimos de su modelo dedicados a competición. Otras joyas, pero que estarán entre los 114 que compitan el sábado en el rali de A Coruña.
En el parque cerrado de O Parrote, el viernes el público podrá disfrutar de casi cinco millones de euros en coches de ralis. Solo el 306 de Senra supera en precio a los más avanzados y modernos, los R5 de unos 280 caballos, de los que hay media docena de unidades (a 220.000 euros cada una). Son los favoritos.
En el otro extremo de la balanza se encuentran los Seat Marbella de la Copa Iniciación Recalvi. Un piloto puede hacerse con uno por menos de 5.000 euros (hay solo 21 unidades y no suele haber más de tres a la venta) o alquilarlo por 800. Antonio Solórzano ha probado bólidos de todos los niveles, pero estos son los que le atraen más. «Es el más competitivo. Sirve para que corramos los abuelos como yo y los chavales. El mayor aliciente no es el precio, sino que haya muchos participantes con vehículos iguales [alrededor de una decena estarán en O Parrote]. Eso te hace crecer como piloto», argumenta mientras recalca: «A veces es más caro correr en autocrós que en ralis con un Marbella de 50 o 60 caballos».
Los N5 y los Mitsubishi rondan los cien mil euros y los R2, los sesenta mil con sus 180 caballos. Más o menos la mitad valen los del Grupo A y unos 25.000 los que participan en la copa Pirelli AMF Motorsport. Son evoluciones de los modelos de serie en términos de caja de cambios, suspensión y motor, entre otros aspectos. Son casi de calle los de la copa Volante FGA, que pueden rondar los 15.000 euros.
Daniel Berdomás se desenvuelve en estas categorías intermedias, y concluye que «sin un patrocinador principal y fuerte es imposible asumir la compra de coches por encima del volante FGA». Destaca, asimismo, la calidad de los que participarán en el rali de A Coruña. «Creo que es el mejor elenco de los últimos diez años, por la renovación del parque móvil y el incremento de N5 y R2», analiza.
«Esta diferencia de precios hace que los pilotos tendamos más hacia las copas. Hay gente joven que está irrumpiendo y empresas que se involucran, además de las becas para jóvenes, lo que deriva en que los participantes nos animamos más a comprar coches un poco mejores», añade.
Basura y medio ambiente
El rali de A Coruña congregará en las cunetas de las carreteras de los ayuntamientos de A Coruña, Arteixo, Cerceda, Culleredo, Aranga, Coirós y A Laracha a unos 50.000 espectadores que aprovecharán el día para pasar un buen rato junto a sus amigos y familiares al tiempo que dan cuenta de un buen número de viandas y bebidas.
Debido a las grandes cifras que se manejan en este sentido, la organización del rali insiste en que los aficionados recojan los restos de alimentos y basura que se pueda generar durante su estancia en las zonas de paso de la carrera. «Se trata de un evento deportivo gratuito, sustentado en la colaboración de muchos voluntarios que, año tras año, emplean tres días en volver a limpiar la ingente cantidad de basura que se deja en las cunetas», explica el coordinador de seguridad, Jesús Raso. «Hay que concienciarse de que disfrutamos de un deporte al aire libre en un entorno natural, que no puede dejarse lleno de latas, botellas, bolsas y papeles... sino que deben acumularse esos desperdicios y arrojarlos en el punto más cercano dedicado a estos menesteres», recalca. «El rali de A Coruña debe ser respetuoso con el medio ambiente», concluye. «Es un gran sacrificio organizar un rali y no debería serlo tener que limpiar todo el recorrido», añade.
La carrera dedica unas trescientas personas a aspectos de seguridad, entre las que se encuentran unas 80 de Protección Civil, 60 colaboradores de la escudería Berberecho de Noia, 20 de la de Narón, Guardia Civil, Policía Local, dos ambulancias medicalizadas y otras dos básicas, dos coches R con médico y enfermero y dos camiones de bomberos. «Es necesario saber que hasta que pase el coche escoba de la caravana de seguridad nadie debe cruzar la carretera», pide Raso, mientras matiza: «En general, el público sabe colocarse y es receptivo a los consejos que le damos. Es importante que respeten las indicaciones y las cintas».