Dembelé, desequilibrio, velocidad y gol al servicio de Valverde

a.i.

DEPORTES

ALBERT GEA | REUTERS

El Barça necesita del descaro de Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembelé, el arma de Ernesto Valverde para desarbolar la defensa blanca

27 feb 2019 . Actualizado a las 08:19 h.

Extender el dominio en la Copa del Rey eliminando al Real Madrid es el sueño de cualquier culé. Los de Ernesto Valverde, liderados por un ganador natural como es Leo Messi, no entienden de tirar competiciones. Tras la remontada ante el Sevilla, los azulgranas se juegan el pase a la final y tres días después pueden ampliar su dominio con otro Clásico que le puede meter la Liga en el bolsillo.

Para lograr un billete para la final, el Barça necesita marcar. No es el mejor resultado para afrontar la vuelta pero las estadísticas acompañan a los azulgranas tras diez años de enfrentamientos en el Bernabéu, con nueve victorias en dieciséis encuentros en todas las competiciones con solo cuatro triunfos blancos.

El Barça necesita del descaro de Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembelé, el arma de Ernesto Valverde para desarbolar la defensa blanca. La presencia del francés es fundamental para liberar a Messi, al obligar a los centrales blancos a salir con ayudas al lateral que le sufra, ya sea por la izquierda o por la derecha.

Los castigos de Valverde surtieron efecto para que Dembélé enderezase el rumbo. Desde entonces ha conseguido ganarle el pulso a Coutinho y parece el candidato ideal para la batalla pasional que supone un Clásico. Se perdió el partido de ida tras lesionarse con el Leganés y esta será su primera titularidad en un partido con el Real Madrid. Su gran desequilibrio y, sobre todo, el hecho de ser imprevisible lo convierten en la bala a gastar por el Barça para colocarse en la final.

Con tres enfrentamientos en poco más de veinte días, toca tirar de algún elemento inesperado para tratar de sorprender a un rival que le conoce a la perfección. El Bernabéu se le presenta a Dembélé como un mundo de posibilidades para desplegar su ingenio y su velocidad, combinado con un toque de un Messi en plena forma.