El máximo responsable de la Federación repasa la actualidad de su deporte en España
26 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez, estuvo ayer en Vigo para supervisar los preparativos para el Mundial Júnior del próximo verano. En su análisis de la situación de su deporte en Galicia y en España admite problemas y cuestiones que mejorar, pero destaca la evolución desde su llegada, en el 2013.
-¿Qué momento vive el balonmano español?
-Un momento bueno. Cuando llegué a la Federación había una deuda importante y, pese a ser campeones del mundo, la situación era complicada. Hemos hecho un cambio radical en márketing, imagen y comunicación y hemos mejorado mucho. Vamos subiendo peldaños, pero la estructura y la mentalidad no pueden cambiar de un año para otro.
-¿Qué se debe mejorar?
-Los cuatro puntos claves de nuestro programa eran el balonmano femenino, playa, la base y la modernización del ente. Lo hemos ido consiguiendo. Quedan cosas como fidelizar programas que hacemos en televisión o la captación temprana de niños.
-Hablaba de las mejoras en el ámbito del balonmano femenino. ¿Qué opina de lo ocurrido con el Canyamelar (le dieron un partido por perdido por deudas)?
-Nunca es bueno escuchar estas cosas. Siempre digo que tenemos que mirar por la esponsorización privada y, de hecho, en la Federación hemos pasado de que la subvención pública era el 80 % al 17 ahora. La del Valencia es una situación angustiosa y dura, pero por mucho que duela, hay unas reglas que cumplir. No puede ser que un equipo que cumple religiosamente con los pagos compita en las mismas condiciones que uno que no. Para eso hay un comité nacional de competición.
-A otra escala, el Guardés ha anunciado que tendría que renunciar a Europa si se clasifica.
-Si se diera ese caso, haríamos lo necesario para ayudarles. El Guardés es un gran equipo, ha logrando con un valenciano de entrenador (risas) grandes éxitos. Por su afición, el núcleo en que se mueven y lo que han hecho por el balonmano español y por Galicia, por posicionarse cada vez más alto, merecen respeto. No están pasando por su mejor momento, se transmite en la situación deportiva, pero eso sirve para hacer reset, recuperar juntos la esencia de lo que fuimos e intentar que las empresas se involucren. Esperamos con el proyecto Objetivo 2021 poder atraerlas.
-¿Qué se busca con el Objetivo 2021?
-Si no miramos al futuro, estamos muertos incluso en el presente. Buscamos seguir trabajando, porque no podemos llegar al Mundial y que nuestras jugadoras parezcan las juveniles del equipo contrario. Nuestra fisionomía y parámetros son distintos, tanto hombres como mujeres, de los de los nórdicos, por ejemplo. Somos más pequeños, bajitos y no tenemos esa potencia física, pero sí tenemos la inteligencia para jugar, que es nuestra gran baza. Tenemos que trabajar duramente la concepción de equipo, cambiar el modelo y eso es lo que intentamos hacer con jugadoras que creemos que pueden ser grandes en el futuro y con las que trabajamos en el presente para que estén listas y seguir consiguiendo éxitos.
-En el balonmano masculino gallego está el caso del Octavio, en Asobal hace unos años y ahora en concurso de acreedores.
-Muchas veces es un problema de no profesionalizar las entidades. En ocasiones sale tanto como entra y te perjudica a la hora de hacer planteamientos que te comprometen. Pilotes, Valencia o Guardés son clubes donde con toda la buena fe personas que aman este deporte se colocan de presidentes y a veces se les escapa de las manos el control económico y se cae en estas situaciones. Hay que agradecerles su dedicación, pero quizá profesionalizar un poco más. Los clubes de Asobal ya tienen una comisión de auditoría y control.
-¿De qué salud goza el balonmano gallego?
-Excepcional. En Galicia se respira una cultura de balonmano que no existe en otros sitios, es donde mayor número de practicantes tenemos. Es un gran lugar donde se apuesta por este deporte y donde hacemos grandes eventos como el Mundial de este verano porque sabemos que siempre hay un retorno. Ahora, con la nueva directiva, hay una nueva ilusión, pero sobre todo una mentalidad de mejorar el deporte gallego. El cambio sirve para reforzarse.
-¿Le preocupa el éxodo de talentos al extranjero?
-La economía que se disfruta en otros países no tiene nada que ver con España y el jugador tiene una vida útil limitada y necesita unos ingresos para tener una estabilidad de cara al futuro, aunque siempre les aconsejo que se formen. Llevamos años pidiendo una ley de mecenazgo y que los clubes tengan espónsor, aparte de una mayor inversión por parte de las autonomías que no acaba de llegar. Pero a nivel de selección la emigración nos ha ayudado a perfeccionar nuestro balonmano y consolidarnos más arriba, aparte de que también exportamos entrenadores.
-¿Qué le parece la progresión del meta cangués Rodrigo Corrales?
-Ha tenido una evolución increíble y es una gran persona. Si es capaz de jugar a los dos días de que le caigan unos led, te das cuenta de que está hecho de otra pasta, es un gallego de balonmano, como digo yo. Está creciendo, su nuevo equipo el está dando una experiencia y una visión distinta y le está haciendo mejorar en todos los aspectos. Si algo tiene nuestra selección es porteros de futuro, que se van alternando porque ambos son buenos.
-¿De qué manera valora la situación de la selección española después de la decepción del Mundial?
- Se habla de decepción por no conseguir medalla quizás porque vivimos rápido, con mucha información, y no nos acordamos de que hace poco más de un año fuimos campeones de Europa. Estamos en una época en que el balonmano española sigue creciendo y dando pasos importantes pese al cambio generacional que hemos vivido. Muchas veces en un gol está la diferencia del posicionamiento en un campeonato.
-¿Cómo ve la lucha de Cangas y Teucro por la permanencia en Asobal?
- Son especialistas en esprintar al final. Les pasa como en España cuando tenemos un evento, que cuando queda un año o dos piensas que falta mucho y una vez que se acerca, pegas el acelerón y parece que todo sale. El Teucro sobre todo viene de una reestructuración, ha habido una limpieza. Y siempre digo lo mismo: si se consigue, perfecto; si no, es porque hace falta reestructurar, dar un paso hacia atrás para luego dar dos hacia adelante. Pero van a estar ahí, va a haber una pelea dura y puede haber sorpresas. Será difícil puntuar en sus pistas y muchas veces lo que decide es que entre la pelotita, las lesiones o que el portero pare. En todo caso, han hecho un gran trabajo en lo deportivo, en lo estructural y en la creación de la base.
-¿Cómo se presenta el Mundial en Vigo y Pontevedra del próximo verano?
-Está a la vuelta de la esquina y estamos trabajando. Hemos pasado la fase de estudio y trabajo de campo y estamos ya en la de finalización, de dejarlo bonito para que cuando lleguen los 23 países se sientan como en casa. Van a disfrutar de la hospitalidad, el clima, la gastronimía... Haremos un esfuerzo extraordinario después del anterior mundial júnior que se hizo. Y defenderemos el cetro de campeones que logramos en Argelia. Viene una generación apriori un poco más débil, pero vamos a luchar.