Distinto sí, pero no tanto

Miguel Gómez

DEPORTES

14 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Reconozco que, más de una vez, tuve que consultar el reglamento de la ACB para ver si era obligatorio atacar a partir de un bloqueo directo. Es un recurso que no me entusiasma, ralentiza el ataque y atrae jugadores a la zona del balón. El Obradoiro juega más sobre pase y movimiento de jugadores sin balón, pero tampoco somos más papistas que el Papa ni pretendemos enmendarle la plana a los de la capital. No somos de esos, no, ni andamos por ahí dándonos pisto. Con McConnell jugábamos bloqueos directos y, si la lectura del ataque lo requiere, es una solución más entre la gran cantidad de respuestas que tiene el equipo interiorizadas para oponer a cada acción que propone el rival. Esa riqueza táctica (no tanto por volumen de sistemas como por volumen de soluciones, en ataque y en defensa) convierte en un suplicio preparar un partido contra Moncho. Eso sí, en rueda de prensa queda mejor decir que el Obradoiro juega diferente que comentar que es un equipo muy pesado para cualquier rival.