La zona calcinada en la ciudad deportiva carecía de licencia para habitaciones
08 feb 2019 . Actualizado a las 22:58 h.La tragedia vuelve a golpear al fútbol brasileño. Y lo ha hecho de la forma más cruel. Diez jóvenes han fallecido tras el incendio en la madrugada del jueves al viernes en Ninho do Urubu, la ciudad deportiva del Flamengo. Las modernas instalaciones de uno de los clubes más populares de Brasil: el Flamengo.
El fuego, cque podría haberse iniciado en un aparato de aire acondicionado, devoró el sector del recinto donde residen los jugadores de las categorías inferiores del club dejando diez fallecidos. Hay, además, otros tres adolescentes heridos, uno de ellos con pronóstico grave debido a las quemaduras presentes en el 35 % de su cuerpo. El suceso vuelve a teñir de luto el balompié del país y golpea a uno de los sectores más frágiles del país sudamericano, los jóvenes. En una nación incapaz de luchar de manera efectiva contra la criminalidad juvenil y en donde los homicidios son la principal causa de mortalidad entre los jóvenes de entre 15 y 24 años, el deporte en general, y el fútbol en particular, se presenta como una de las pocas vías de escape reales a un gravísimo problema de estado.
Athila Paixão (15 años), Arthur Vinícius de Barros Silva Freitas (cumpliría hoy mismo 15 años), Jorge Eduardo Santos (15), Bernardo Pisseta (14), Pablo Henrique da Silva Matos (14), Samuel Thomas Rosa (15), Gedson Santos (14), Vitor Isaías (15), Rykelmo de Souza Vianna (16) y Christian Esmério (15), este último internacional con las categorías inferiores de la canarinha, son los nombres de los fallecidos.
Todos los equipos del Brasileirão han querido mostrar sus condolencias. Incluido el Fluminese, vecino y rival histórico del club. Ambos se enfrentaban hoy, pero el clásico carioca fue suspendido.
La investigación avanza y las consecuencias podrían ser aún mayores, pues el local calcinado carecía de licencia para albergar dormitorios y en él solo estaba previsto la construcción de un aparcamiento.
