Tablas, pero ganó el fútbol

DEPORTES

SERGIO PEREZ

07 feb 2019 . Actualizado a las 08:21 h.

El fútbol gana mucho cuando el foco está en el campo, en los jugadores y en el balón. Y más si los que se enfrentan son dos colectivos de la talla, el talento y la historia del Barça y el Madrid. Nadie incendió los discursos antes, ni durante ni después. El primer asalto de la Copa acabó en tablas, pero ganó el fútbol.

Fue un partido de tramos. El conjunto blanco sorprendió en la primera media hora de juego con su mejor versión de esta temporada, con un derroche físico difícil de sostener, sin conceder respiro al Barcelona. Ni alargaba las posesiones ni dejaba que el rival diese cuatro pases seguidos, como si tuviese prisa. Quizás le faltó algo de pausa y verticalidad, pero lo cierto es que mandó en el vértigo. Marcó pronto, con un balón al segundo palo de Vinicius, un extraordinario control de Benzema acompañado de un gran pase atrás bien resuelto por Lucas Vázquez. En ventaja, el equipo de Solari siguió apretando. Pero no amplió la renta y a partir de la media hora de juego el Barça empezó a equilibrar. Antes del descanso, los locales consiguieron avanzar y, a la par, hacer retroceder al adversario. Tras el intermedio acentuaron el dominio a través de la posesión de balón. Ahora era el Madrid el que no respiraba. Y llegó el empate en una acción en la que el equipo de Valverde atacó bien el espacio. Los últimos diez minutos fueron los de más equilibrio.

Ninguno de los técnicos arriesgó en los experimentos. Jugó Messi, aunque no de principio. No hubo debate sobre el valor de la Copa. Un clásico es un clásico, y esta vez sacó su mejor esencia.