Solari debe desatascar su propia encrucijada

DEPORTES

GABRIEL BOUYS | AFP

Tendrá que decidir si dar continuidad a Reguilón, Vinicius y Lucas en su primer gran compromiso

08 feb 2019 . Actualizado a las 11:48 h.

El Camp Nou para descubir al auténtico Solari. El clásico destapará si ante el eterno rival el argentino también será ese entrenador meritócrata al que no le tembló el pulso a la hora de sentar en el banquillo a pesos pesados del vestuario en Liga y dar la alternativa a los talentos olvidados de la era Zidane y a las nuevas promesas de la cantera madridista. O si, por el contrario, avistadas las primeras curvas serias optará por alinear al núcleo duro del Madrid que ha dominado el continente en el último lustro, pero cuya fiabilidad en carretera parece más histórica que otra cosa.

Sentar a Marcelo para los partidos contra el Alavés, Espanyol, Sevilla o Betis fue una decisión valiente. Valiente, pero no decisiva. Sin embargo, si el brasileño se queda fuera del once titular ante el Barcelona y Nacho o -sobre todo- Reguilón son de la partida, la gallardía podría acabar en divorcio definitivo mientras suenan tambores de un supuesto interés de la Juve que, como hizo con Cristiano, le ofrece un futuro mejor.

Dependerá de la importancia que Solari conceda al partido. Dada la situación actual en Liga y lo lejos que queda la final de la Champions en el Metropolitano, la Copa parece el título más cercano de todos los posibles para los blancos y una salida de emergencia a una aciaga campaña.

Podría Solari ahorrarse un problema dando la titularidad a Marcelo, que viene siendo titular en Copa y su aparición en el once inicial, aunque criticada, podría ser justificada de coherente.

Otra cosa es lo que suceda con Lucas Vázquez y Vinicius. Ahí el argentino no se podrá parapetar tras ninguna lógica. El gallego es de los jugadores más en forma del club después de que Solari le diese las llaves de la banda derecha desde donde ha respondido, y el brasileño ya es la gran esperanza del Madrid para el futuro. Pero a Gareth Bale, el disperso talento de Gales, suplente por méritos propios, le da por aparecer en las grandes citas. Solari tendrá que elegir entre recular o echar más madera a la caldera.