El fichaje más caro tiene que tirar del carro por fin

DEPORTES

Enric Fontcuberta | EFE

Sin Dembelé y con Messi entre algodones, se redobla la presión sobre un Coutinho obligado a ejercer de líder

06 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Barcelona es el líder sólido de la Liga pese a que sobre la ciudad condal reine cierta sensación de que, por primera vez en muchas temporadas, existen pocas certezas sobre el equipo fuera del gran dogma de fe que es Leo Messi. Los años pasan para los más veteranos y de los jugadores que más recientemente se han incorporado a la plantilla culé, ninguno parece estar pidiendo con fuerza el relevo. De entre las categorías inferiores, timidamente comienza a asomarse Carlos Aleñá. Sergi Samper, Juan Miranda, Jorge Cuenca o Chumi han pasado por ahí, pero en cada apuesta masiva por las rotaciones que Valverde ha hecho en Copa del Rey, su gran laboratorio, el entrenador ha acabado por tener que encomendarse recurrentemente a la infalible receta de Messi.

No brilla la cantera, pero lo más preocupante es que tampoco funciona la cartera. Arturo Vidal, un jugador que a priori parece lejano al libreto de juego exquisito que el Barcelona exporta al mundo, está siendo la incorporación con más protagonismo en lo que va de campaña. El gran señalado es Philippe Coutinho. El brasileño llegó en el mercado de invierno del pasado año y tuvo medio curso para adaptarse a la Liga española. Tras ese periodo, los números al ecuador de la presente temporada son peores que los que acumuló la mitad del curso pasado. Y eso que ha jugado más partidos. Y no es solo una cuestión de cifras. Las sensaciones que transmite el jugador del Barcelona no son ni de lejos las que se palpaban cuando el atacante llegó al Camp Nou procedente del Liverpool y por el que se pagó una millonada con el anhelo de que paliase -difícilmente olvidar- la marcha de Andrés Iniesta.

Ahora, con la participación de Messi en duda hasta el final y Dembelé casi descartado, los focos se dirigen hacia Coutinho. Le toca dar un paso al frente de manera clara. Lo exige la afición y lo exige la directiva, responsable de la inversión. Si ante el Madrid se luce, todo se verá de otra forma.