Sergi Pino: «Si al final entramos en el play off, cuidado con nosotros»

DEPORTES

EDUARDO PEREZ

El alero del Leyma, tras ser nombrado MVP de la pasada jornada, es optimista de cara a la segunda vuelta

18 ene 2019 . Actualizado a las 09:43 h.

Sergi Pino creció viendo baloncesto preglobalizado, cuando acceder a una retransmisión de la NBA suponía pagar un recibo a fin de mes y pocas horas de sueño. En alguna de esas ocasiones se enamoró de Michael Jordan y de Vince Carter. Pero el jugador del Leyma tuvo ídolos más cercanos. Frente al televisor admiraba el juego de Juan Carlos Navarro, por el que siempre ha sentido devoción. Ídolo y vecino. «Él es del pueblo justo al lado de mi casa. Yo soy de Molins de Rey y él de San Felíu». 20 minutos en coche. Pino viene de ser elegido MVP de la pasada jornada en LEB Oro con 23 puntos anotados y 35 de valoración en la victoria frente a Araberri. Esta noche el equipo coruñés se mide al Carramimbre en Valladolid (20.45) con la intención de dar continuidad al buen momento de los naranjas.

-Alguien que no conozca la trayectoria del Leyma y viese el partido del pasado viernes, no entendería cómo Araberri estaba por encima en la tabla.

-Era lo que veíamos cuando perdíamos tantos partidos. Entrenando lo dábamos todo, los partidos los perdíamos de tres, de dos... Nos veíamos capacitados para estar entre los primeros. Era como un «ostras, ¿qué está pasando?». Y las lesiones. Se junto todo. Pero al final han llegado los resultados.

-Si esa misma persona hubiese visto jugar a Sergi Pino frente a los vitorianos diría: «Vaya, el 9 ese es bueno».

-Bueno seguro. Si no no estaría en esta Liga y no la habría ganado. Son rachas. Un día me toca a mí y otro día le tocará a algún compañero.

-De ahí al MVP...

-Lo primero que hice en el partido fue un tapón, y me dije: «Bueno, hoy ofensivamente no me veo, pero bah, defensivamente estará guay». Y mira. Al final punto, punto, punto y salió todo mejor ofensivamente.

-¿Se acuerda de la última vez?

-Hacía ya unos añitos. Yo creo que el último debió ser en Valladolid o en San Sebastián. Debo de tener tres o cuatro en toda mi carrera en LEB Oro. Es como un regalo después de tantos años y de esforzarte en todos los entrenamientos y en todos los partidos. Cuando llega algo así es divertido y estás a gusto.

-De perder nueve seguidos a ganar seis de los últimos siete.

-Era la defensa. Ofensivamente siempre hemos estado bien. Costó asimilar el sistema y la defensa es esencial en esta categoría. El año que gané yo la Liga en San Sebastián fuimos la mejor defensa. Nos mirábamos unos a otros y decíamos: «Hostias, hemos ganado el título». No nos lo creíamos, éramos un equipo de media tabla. Pero ganamos al Breogán, ganamos al Burgos. Lo hicimos muy bien, solo perdimos un partido en casa en todo el campeonato y de dos puntos. Si tú defiendes bien, después te sale la fuerza en ataque. Fluir como has fluido desde niño. Y si aún encima tienes talento, pues ya está.

-¿Rondó el fantasma del descenso?

-No, eso no. Lo hubiera pensando si aún hoy estuviésemos en una mala racha. Habiendo ganado dos o tres y siguiésemos perdiendo. Pero no.

-¿Se ven jugando el play off?

-Hasta la última gota de sudor yo siempre confió. Yo quiero, ¿quién no? Es bueno para la ciudad, para el equipo y para los jugadores. ¿Quién quiere perder?

-Está claro que nadie quiere perder, el caso es si todavía es posible.

-Yo sí. Lo hemos hablado entre nosotros. Si al final entramos... Cuidado con nosotros. Séptimos u octavos, da igual. Seremos un rival difícil de ganar.

«Después de tantos años ya no pienso en la ACB»

Las sensaciones para el Leyma son muy diferentes justo antes de empezar la segunda vuelta. Tras un inicio pésimo, los naranjas están en plena recuperación.

-Ahora Valladolid y luego viene el Betis, el líder.

-Es una competici’on muy rara. Cuando empieza la segunda vuelta empiezan a cambiar las cosas. Los de arriba van para abajo y los de abajo para arriba. Ahora que vienen los fuertes nos tenemos que demostrar a nosotros mismos y a nuestra afición que podemos ganar a cualquiera.

-Parecía imposible hace muy poco, ¿quién fue el más fuerte psicologicamente?

-Entre todos. Yo no tengo que esconderme. Lo pasé muy mal. Perder nueve partidos seguidos... Se te complica muchísimo todo. Yo entrenaba fuerte e intentaba animar a todo el mundo. Pensábamos: «Es que en algún partido hemos de salir».

-¿Y el entrenador?

-El entrenador es el jefe. Si el jefe está desanimado, tú también. Pero si ves que tu jefe sigue animando y sigue creyendo en ti, que da igual lo que pase, te da un plus de fuerza. Él confiaba un montón en nosotros. Todo el cuerpo técnico nos aseguraba que saldríamos de esta. Y lo han hecho. O sea que bravo.

-No son pocas emociones para su primer año en A Coruña, ¿por el resto?

-Muy contento. No tengo ninguna queja. De las ciudades en las que mejor he estado junto con San Sebastián.Son muy bonitas. Sobre todo por el mar. Para mí, que soy de Barcelona, es genial. Salir de entrenarme y ver el mar... Sobre todo cuando hace el sol.

-¿Y la afición?

-El pasado fin de semana fue increíble. Llenaron. Ya sé que lo del fútbol aquí tira mucho, pero el baloncesto es muy divertido, más dinámico. En el fútbol, si meten dos goles date por satisfecho. Está creciendo. Mucha gente me dice: «Joder, es que es muy divertido el baloncesto».

-Con 31 años solo ha tenido una experiencia en la Liga Endesa, aún confía en coger un tren a la ACB?

-Bueno, si subiéramos aquí... Nunca se sabe. En San Sebastián, el año que subí, no me quisieron por cosas. Claro que dices «podría ser aquí». ¿Me gustaría? No te digo que no. pero después de tantos años ya no pienso en eso. Me gusta salir a pista, ayudar y si salen partidos como el del otro día, pues mucho mejor. De verdad que ya no pienso en eso.