Ferrari empieza el 2019 con guerra civil

David Sánchez de Castro

DEPORTES

RONALD WITTEK | EFE

Maurizio Arrivabene deja de ser jefe de Ferrari y será sustituido por Mattia Binotto, que hasta el momento era el responsable técnico del equipo

07 ene 2019 . Actualizado a las 17:34 h.

Pocos equipos deportivos representan el carácter caótico tan idiosincrático de Italia como Ferrari. El Cavallino Rampante es capaz de pasar de ser el líder de las tablas de apuestas para el campeonato a caerse del podio en prácticamente unos meses, y desde el momento en el que salió el triunvirato Michael Schumacher-Jean Todt-Ross Brawn no han podido mantener una línea constante.

Diez años después de conseguir su último título de constructores y culminando así su peor racha desde 1979-2000, siguen los movimientos en Ferrari. Pese a que el 2018 ha sido su mejor campaña en una década, y de eso se encargaron de presumir cuando finalizó la temporada, Maurizio Arrivabene ha sido sacrificado en busca de un nuevo revulsivo. El exresponsable de márketing de la tabaquera Philip Morris será sustituido por Mattia Binotto, que hasta el momento era el responsable técnico del equipo.

Lo que podría parecer un simple cambio de cromos tiene detrás una trama que bien podría dar un paralelismo con Juego de Tronos. La noticia del despido de Arrivabene la adelantó la Gazzetta dello Sport, algo que no es casual: la familia Agnelli (dueños de la Juventus y del grupo FIAT, casa madre de Ferrari) tiene acciones en el periódico deportivo de más renombre del país de la bota. Es precisamente la facción italiana la que llevaba más tiempo pidiendo la cabeza de Arrivabene en favor de Binotto, con el propio John Elkann (presidente de FIAT) al frente.

La muerte de Sergio Marchionne dejó a Arrivabene a los pies de los caballos y cuatro años después de su llegada en sustitución de Marco Mattiacci, tendrá que hacer las maletas. Desde que llegó al equipo italiano, han conseguido tres subcampeonatos en cuatro años, pero sus formas y sus estrategias a la hora de manejar los vaivenes de la Fórmula 1 no han convencido lo suficiente. Ahora cogerá las riendas del Cavallino un hombre de la casa (Binotto lleva en Ferrari desde 1995), que sustituyó a James Allison al frente del departamento técnico en 2016. El primer gran reto será manejar la llegada de Charles Leclerc, uno de los pilotos más talentosos de la cantera de la Scuderia, frente a un Sebastian Vettel cada vez más cuestionado, especialmente tras un 2018 en el que sus fallos dieron gasolina al quinto título de Lewis Hamilton.