Cuatro años y 335 millones en críos

DEPORTES

Brahím se une a los jóvenes por los que Florentino Pérez pagó una fortuna desde el 2015, una estrategia que se ha revelado fallida en la mayoría de los casos, mientras la afición añora un crac

08 ene 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo un tiempo en el que el Real Madrid fichaba todo lo que se le antojaba. No le importaba abonar la cláusula de rescisión del jugador de turno, si con ello se aseguraba contar con el gran referente mundial. Solo dependía del capricho de su presidente. De que Florentino Pérez se quedara prendado de alguna superestrella que además vendiera camisetas. ¿Figo? 60 millones. ¿Zidane? 73,5. ¿Ronaldo Nazario? 43,5. ¿Beckham? 36. ¿Cristiano Ronaldo? 94. Eran los tiempos de los galácticos, aunque los resultados en los primeros años no fueran en su mayoría los esperados.

Pero eso ya no es así. «Sabemos muy bien que el escenario del fútbol internacional se ha transformado de una manera vertiginosa. Y debemos adaptarnos y afrontar esta nueva realidad. Además, sin olvidar la importante aportación de nuestra cantera al primer equipo. Que como todos sabemos es uno de los elementos clave de nuestra identidad», reconoció recientemente Florentino. «Una de las claves para conquistar el futuro es apostar firmemente por el talento de los jóvenes que desean ser algún día los mejores del mundo», agregaba.

Fue el reconocimiento de una realidad que el Real Madrid comenzó a dibujar en el año 2014, y que agudizó a partir de enero del 2015. Desde entonces, en estos cuatro años, el club blanco ha gastado 335 millones de euros en jóvenes talentos, a los que ha fiado su futuro. Una apuesta arriesgada que funcionó mientras este talento emergente se complementaba con la voracidad de Cristiano Ronaldo y la solvencia de veteranos contrastados como Modric o Kroos, pero que parece venirse abajo esta temporada con la salida del portugués y la baja forma de los capitanes.

Trescientos treinta y cinco millones en jugadores como los brasileños Vinicius (61), Rodrygo (54) y Danilo (31,5), el croata Kovacic (31), Odriozola (30) o Theo (24), a los que ayer se sumó Brahím Díaz (17,3). Algunos auténticos fiascos como Lucas Silva (13) u Odegard (4), este último comprado con apenas 16 años; pero también algún acierto como Asensio, firmado del Mallorca por apenas 3,5 millones. Otros, como el portero Lunin (8,5), Dani Ceballos (16,5) o Vallejo (5) todavía deben demostrar que son válidos para un equipo de superélite. Mientras, la afición añora la llegada de cracs indiscutibles. Y la propia plantilla reconoce la falta de gol tras la marcha de Cristiano.

Razones del cambio

Son muchas las razones que han llevado al cambio. Por un lado, a comienzos del siglo XXI, el Real Madrid manejaba unas cantidades económicas que no estaban al alcance de casi nadie. A ello ayudó un pelotazo urbanístico: una permuta de terrenos dentro de la operación en su antigua Ciudad Deportiva. Incluso desde la Unión Europea clamaron por aquello: «Estas medidas de ayuda pública le beneficiaron injustamente frente a otros clubes, lo que supone una infracción de las normas sobre ayudas estatales de la UE», explicaron.

Aquel dinero se agotó, y de hecho hay socios que denuncian la delicada situación financiera en la que podría entrar el Madrid en breve. Pero además, en el último lustro, el dinero árabe y asiático ha entrado con fuerza en instituciones como el PSG o el Manchester City, clubes que ahora son los que dominan cualquier mercado de fichajes. A ello hay que sumar que en el 2015 los clubes de la Premier multiplicaron sus ingresos de televisión.