Patrocinado porPatrocinado por

David Arcay: «Hay que actuar ya, si no en Galicia no habrá peces nunca más»

PESCA Y MARISQUEO

cedida

El tetracampeón del mundo de pesca con mosca cree que la ignorancia impide el desarrollo de una nueva ley que solucione la grave situación de la pesca

11 dic 2018 . Actualizado a las 12:10 h.

Su arraigo familiar y deportivo con la pesca le convierte en una voz autorizada en un momento dramático. David Arcay (A Coruña, 1999) arroja algo de luz sobre esta actividad en Galicia.

-¿Cómo analiza la situación?

-Extremadamente preocupante. De dos años para aquí hemos sufrido un descenso alarmante en la población de peces en los ríos. El bajón que hubo de un año para otro fue algo fuera de lo normal. Mis jornadas de pesca hace tres años eran casi siempre de más de cincuenta capturas, y este año no llegué ningún día a esa cifra.

-¿A qué lo atribuye?

-La calidad de las aguas no es la que debería, los vertidos están a la orden del día y nadie hace nada más que mirar para otro lado. Los caudales ecológicos no se revisan mensualmente, permitiendo mínimos donde los peces no son capaces de sobrevivir y son vulnerables a los depredadores. Sobre todo los cormoranes, aves invasoras que comen 400 gramos de pescado al día y que anidan por miles en nuestros ríos y embalses. La normativa de pesca, que sigue dejando matar diez truchas de 19 centímetros por pescador y día, mientras que en otras comunidades los cupos son de 2 o 4 truchas de 24 centímetros o superiores.

-¿Una nueva ley podría ayudar?

-Por supuesto que sí. Ahora tenemos más o menos un 90 % de libres o cotos con muerte y un 10 % de cotos o libres sin muerte. Dándole la vuelta a esto, estoy seguro de que Galicia se convertiría, si no en la mejor comunidad de España para pescar, en una de las mejores. Se deberían tomar medidas contra los problemas mencionados. Hay que actuar en contra de todos esos factores a la vez lo antes posible. Si no, cuando nos queramos dar cuenta, en Galicia no habrá peces nunca más. También inculcar los valores conservacionistas a los mas pequeños, para que aprendan que un pez vale más en el agua que en el plato.

-Castilla-León no parece haber sufrido este declive.

-Todo lo contrario. Lleva cuatro años con una normativa que lleva por bandera la pesca sin muerte. Allí es a donde nos dirigimos los gallegos para disfrutar de una jornada de pesca porque en Galicia da pena ir.

-¿Defiende la pesca sin muerte?

-Por supuesto. Es la solución fundamental con la que los pescadores tenemos que colaborar con nuestros ríos, sin excusarnos con otros factores. En vez de quejarnos, tenemos que unirnos para que la Administración nos haga caso de una vez y tome medidas en favor de nuestros ríos. Cuando viajas a otros sitios o países famosos, fundamentales destinos de pesca, donde una semana te cuesta 5.000 euros solo pescar, allí nadie mata un pez, ya que los peces son más valiosos en el río que en la sartén. A Galicia no viene nadie a pescar, porque no pescan nada y no vuelven.

-¿Qué situaciones ha vivido que puedan retratar este declive?

-En el club Salmo organizamos todos los años un open internacional por parejas que lleva diez ediciones en las que siempre se capturaban, entre 68 pescadores (sin muerte) hasta 1.400 truchas por edición. Este año no hemos llegado a las 400. Quien no vea un problema aquí es que algo le falla en la cabeza.

-¿Cree que esta situación se puede remontar?

-Estamos a tiempo, pero si nos dormimos esto no tendrá marcha atrás. La Administración tienen que dar un golpe en la mesa ya y elaborar una ley de pesca con duras sanciones a quien contamina o pesca ilegalmente, con controles de población contra depredadores invasores, y con la pesca sin muerte por bandera. La ignorancia en estos temas no les deja ver más allá de contentar a unos pocos para no perder votos, sin darse cuenta de que la pesca puede ser un motor económico para Galicia, la tierra de los mil ríos.

-Tetracampeón mundial, ¿qué le queda por alcanzar?

-Aún me queda mucho por hacer en este deporte. Tengo 27 años y fácilmente te puedes mantener en la élite hasta los 50. Mientras me quede ilusión y disfrute compitiendo, seguiré intentando lograr objetivos. Mi sueño es ser el mejor deportista de la historia de la pesca a mosca, y eso sobre el papel solo lo puedo lograr ganando dos mundiales más a nivel individual, aunque le doy más importancia siempre al logro colectivo.

-¿Qué porcentaje hay de talento y de entrenamiento?

-Depende de la persona, pero está claro es que cuanto más entrenes, mejor compites. Lo malo de nuestro deporte es que el porcentaje de suerte siempre es importante, ya que dependemos de un animal y del tramo de río que toque. Pero cuanto más entrenas y trabajas, más suerte tienes.

-¿Sus primeros recuerdos?

-Ir con mis padres al río con cuatro años. Toda la semana estaba con el fin de semana en la cabeza, con ansia de ir a pescar, y si llovía mucho o hacía mal tiempo, me quedaba llorando en casa con mi abuela. Les tenía especial manía a los hombres del tiempo, cuando se equivocaban.

-¿Por qué este tipo de pesca?

-La pesca a mosca es una modalidad insuperable, la más completa. Lo tiene todo: belleza, dificultad por múltiples factores. Cuando consigues engañar a un pez, la satisfacción es tan grande que lo de menos es llevártelo para casa. Te enseña a ser conservacionista.

-¿Con qué momento se queda?

-Cuando gané el Mundial individual, siendo el más joven de la historia en conseguirlo con tan solo 21 años, fue tremendamente mágico. Pero los otros tres quizás fueron aún mejores, ya que el éxito colectivo siempre es más especial, como cuando ganamos en Bosnia en el 2015, siendo la primera vez que España lo conseguía en 35 años de historia de los mundiales. Fue épico.

-¿Algún lugar donde le haya satisfecho pescar?

-A mí me encanta pescar en mi tierra, en Galicia, pero cada vez estamos peor. Donde más he disfrutado por cantidad y tamaño de peces fue en Colorado y en la Patagonia, donde la pesca es un motor económico fundamental.

más deportes