Vence ante el Rápido (1-3) gracias a los goles de Romay, Arruabarrena y Javi López
02 dic 2018 . Actualizado a las 20:21 h.Al Pontevedra le bastó la primera parte para demostrar que había ido a Bouzas a conquistarla y a dejarlos sin la prometida «centolada». No fue un partido especialmente brillante, pero sí efectista. Una abultada victoria que entierra aún más al Rápido y da un empujón al Pontevedra, que gana en confianza al llevarse los dos derbis vigueses. La semana pasada fue el Coruxo y ayer le tocó al Rápido.
Los primeros minutos de tanteo dieron paso al primer gol del Pontevedra. Romay remató de cabeza un saque de córner de Javi López y subió el primer tanto al marcador. Los granates demostraron que habían venido para llevarse los puntos. Afianzaron las posiciones con Javi Pazos en punta escoltado por Arruabarrena algo más atrás y con Álex González y Javi López como medias puntas. En la medular, Romay, Berrocal y Kevin Presa para cerrar atrás Churre, Campillo y Adrián León. Una armada, que ayer sí fue invencible.
Tras el gol de Romay, el Pontevedra mantuvo el dominio y generó un par de ocasiones más ante un equipo local que no llegaba a ningún balón y no generaba presión en la meta de Edu Sousa. Apenas cinco minutos después de subir el primer gol al electrónico, un centro de Kevin Presa es aprovechado por Arruabarrena, que golpea de cabeza subiendo el segundo tanto granate. No se pudo estrenar mejor el delantero vasco en su reincorporación después de un mes lesionado.
El segundo gol del Pontevedra inyectó algo de rabia a los vigueses, que empezaron a generar más presión, pero sin ocasionar suficiente peligro. Un disparo flojo de cabeza de Rodri que salvó Edu sobre el larguero y unos minutos después el pie de Churre se metió en medio de lo que podría ser el primero del Rápido. Pero cuando la situación en el Baltasar Pujales parecía más equilibrada, un balón largo cayó en los pies de Javi Pazos, que en un contraataque rápido se quedó solo para machacar cuando Vitra lo agarra al borde del área provocando una falta, que Javi López convertiría en el tercer gol del partido. Con la sentencia casi firmada, el encuentro necesitaba el respiro del descanso.
Ganó en intensidad
El paso por vestuarios sirvió a los de Michel Alonso para ganar en la intensidad que le faltó al Pontevedra. La amplía ventaja de los granates les dio una tranquilidad, que el Rápido transformó en cierto peligro. Lo avisó con un primer acercamiento en fuera de juego y minutos después un disparo de Javi Sánchez, que se topó con Edu bajo palos. Fue sin duda la ocasión más clara del partido, pero la primera de unas cuantas que se sucedería en la segunda parte. El dúo Javi Pazos y Mikel a punto estuvo de subir el cuarto al marcador, cuando el pontevedrés centró desde la banda derecha y Arruabarrena que solo tenía que disparar de cabeza se topó con un magistral Brais, que evitó agrandar el desastre local. Viendo que el gol podía llegar, Luismi optó por reforzar atrás y dio entrada a David Castro por Mikel. Antes de su salida, una falta de Adrián León sobre Diego Diz permite al Rápido subir con un penalti el gol del honor.
Hasta el final fue un toma y daca en el que las ocasiones se alternaban sin suponer un riesgo ni para Edu ni para Brais. El Rápido se queda sin la «centolada», mientras el Pontevedra sigue su escalada. Ahora toca jugar la Copa Federación.