Más intranquilidad que preocupación

José M. Fernández

DEPORTES

MARCOS MÍGUEZ

La inexperiencia y el peso de las lesiones, diagnóstico de un Leyma que lleva 6 derrotas seguidas

13 nov 2018 . Actualizado a las 14:42 h.

Seis derrotas consecutivas, antepenúltima posición -esta campaña descienden los tres últimos- y una perspectiva no excesivamente halagüeña, por las lesiones y por un calendario complicado. Con la derrota del viernes frente al Palencia, el Leyma Coruña está a un paso de igualar su peor inicio en la LEB Oro desde su estreno en la temporada 2013-14. Paradójicamente, aquel 1-7 de la 2015-16, con Tito Díaz en el banquillo, acabó con la mejor clasificación histórica del club: quinto tras eliminar en el play off de ascenso al Breogán. ¿Qué ha sucedido para que en apenas dos meses un proyecto renovado y rejuvenecido que cerró una esperanzadora pretemporada y arrancó la Liga con un brillante partido frente al Valladolid parezca haber perdido el rumbo? Lesiones, inexperiencia y un calendario complicado, tres muros que parecen habérsele atravesado a la plantilla coruñesa.

Las lesiones

Monaghan, otro mes de baja. Al margen de la de Abia, de larga duración y ya conocida desde el verano, al conjunto coruñés le pesa especialmente la baja de Zach Monaghan, probablemente el mejor base-escolta de la categoría y el jugador por el que el club hizo un gran esfuerzo para su continuidad. Fue básico en el triunfo en la primera jornada y brilló en los pocos minutos que disputó en la segunda, frente al Betis en Sevilla; se resintió de sus problemas físicos y probablemente no regresará hasta después de Navidades. El Leyma lo ha notado, tanto en el aspecto anímico -el norteamericano había asumido el liderazgo en un grupo nuevo- como en el puramente deportivo. A su baja se le unió la de Carlos Martínez, otro vinculo emocional con la afición, un jugador con ascendencia en el vestuario y un gran defensor, algo que se ha echado en falta en las últimas jornadas.

El estilo

Menos rotación y hundimiento defensivo. «Un equipo joven, con más hambre, dinámico y físico». La declaración de intenciones de Gustavo Aranzana para el nuevo proyecto: un grupo con talento, pero también con poco conocimiento de la competición. De ahí la importancia de Monaghan o Carlos Martínez. Quería jugar a todo trapo, pero las lesiones redujeron la rotación (Miso necesita más tiempo para adaptarse). Tras un discreto partido en Prat, Aranzana varió el plan para recibir al potente Bilbao y el asunto funcionó hasta el tramo final; en Cáceres, los locales resolvieron el partido en unos minutos casi perfectos en ataque, algo que se repitió durante los cuarenta minutos frente a un Palencia que se fue a los 109 puntos, 30 más de los habituales. El Palencia castigó los errores defensivos con 8 puertas atrás -algo inaudito en una categoría profesional-; además, tres de sus jugadores -Otegui, Cvetinovic y Vasturia- están en el quinteto ideal de la jornada.

El futuro

Confianza en el técnico y en un grupo joven. No hay nervios, pero sí cierta intranquilidad en el club por la situación, especialmente por lo que avecina -el derbi en Ourense del sábado y recibir al potente Melilla en la siguiente jornada- y por la ausencia de Monaghan. La confianza en Aranzana sigue siendo la misma del principio y, lesiones al margen, en el seno de la directiva se apunta a la juventud y la inexperiencia de algunos jugadores como claves para explicar los errores defensivos, algo que esperan que se cure con algún triunfo, sobre todo ahora que Braxton ha elevado el nivel, Quinton está recuperado y Miso parece más integrado. «Las piezas se han desordenado», reflexionan desde el cuerpo técnico, una especie de efecto dominó que derivó en la sensación de que el equipo coruñés ha perdido la solidez que exhibió en el torneo de Suiza, en el amistoso de Oviedo en el debut frente al Valladolid. «Falta Monaghan, pero eso no impide que ofrezcamos un mejor nivel defensivo», insisten. El diagnóstico está claro y el grupo «demuestra que tiene talento ofensivo. Por algo se empieza.