«Fui más fuerte de lo que debía»

DEPORTES

BRUCE OMORI

Gómez Noya, undécimo en Hawái, se declara decepcionado por su bajón final a pie, porque en bici quiso «aguantar en el grupo» cabecero y lo pagó corriendo

15 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Undécimo en su estreno en el ironman de Hawái, Javier Gómez Noya se confiesa «decepcionado» por su resultado en su debut, uno de los acontecimientos del año en el triatlón. Durante siete horas apuntó al podio, pero su bajón en la parte final del maratón a pie le dejó a 19 minutos del campeón, el alemán Patrick Lange, que batió el récord de Kona con un tiempo de 7:52.39. Con sinceridad, el pentacampeón mundial de distancia olímpica explica el motivo de su desplome. «Un análisis rápido y simple: fui más fuerte de lo que debería en bici por aguantar en el grupo que lucharía por la victoria y luego lo pagué corriendo. ¡Y aquí cuando lo pagas lo pagas mucho más que en otras carreras!». En unas condiciones extremas de calor y humedad, todo esfuerzo de más se cobra un peaje. Más, en las últimas ediciones, que han supuesto un salto de exigencia, a récord por año.

NATACIÓN

Impecable en el agua

Por el libro completó Gómez Noya los 3,8 kilómetros a nado en Kona. Soldado a los pies de los primeros, economizando esfuerzos, pero en puestos de cabeza. Salió quinto del agua, con un tiempazo de 47.46 (el récord en Kona es de 46.41). Solo cuatro rivales fueron más rápidos, todos irrelevantes para la general salvo Tim O’Donell, que no partía entre los favoritos y llegó cuarto a la meta.

CICLISMO

Rápido sobre la bici, incluso demasiado

Los 180 kilómetros de Hawái para un cuerpo menudo, lejos del molde de los rodadores, son el principal desafío para un debutante en las largas rectas de la isla. El salto de la distancia olímpica, un sector de 40 kilómetros y menos de 60 minutos, a las más de cuatro horas y media del ironman, suponía un reto para Gómez Noya. En esa parte, su objetivo del sábado era no ceder más que un par de minutos respecto a los favoritos, un margen recupreable. Pero el ritmo se agitó desde el principio -de hecho al final los dos primeros rompieron la barrera de las ocho horas-. Y el ferrolano arriesgó: mejoró incluso los parciales de Sebastian Kienle y Lionel Sanders, dos favoritos que suelen abrir brecha sobre las dos ruedas. Firmó 4:19.44 (mejoró su única referencia, la del ironman de Cairns, en Australia, en junio, cuando empleó 4:28.08 en bici). Después de levantar algo el ritmo en los últimos kilómetros, se bajó a correr a menos de 44 segundos de Lange, que iba camino del récord, y a una distancia similar respecto a cualquiera de los cinco primeros en meta. Según la lectura del triatleta gallego, ese órdago, el de no perder la estela de sus rivales, le dejó sin energías más tarde.

MARATÓN A PIE

Un final de sufrimiento

A priori, el maratón final era el terreno propicio para que Gómez Noya remontase. Pero fue dejándose cada vez más tiempo respecto al futuro campeón. Completó los 12 primeros kilómetros con ritmos de seis minutos el kilometro; empezó a sufrir y descolgarse paulatinamente de Lange, y a partir del 28, ya fuera de la pelea por las medallas, se movió por encima de los 7 minutos el kilómtro. Su parcial de 2:59.25 está muy lejos de los 2:41.02 que empleó en su anterior ironman. Entonces, en su debut en la distancia, también había ligeramente sufrido en el tramo final a pie, pero, con una lista de salida más modesta, solo le superó Braden Currie. «Al menos he aprendido cosas y seguiré trabajando duro para hacerlo mejor la próxima vez», concluye Gómez Noya, elegante en la derrota.

No aclara cuándo repetirá en Kona, por lo que sigue abierta la opción de optar a Tokio 2020

A sus 35 años, Gómez Noya estira la primera temporada de su vida en la que fijó el ironman como prioridad. El undécimo puesto en Hawái viene casi a cerrar un curso en el que se colgó los oros en las citas de media distancia en Wanaka (Nueva Zelanda), Cannes, Barcelona y Praga, y el bronce en el Mundial 70.3 de Mandela Bay (Sudáfrica), en una cita en la que terminó mermado por problemas intestinales. Además, fue segundo en el ironman de Cairns. Después de su debut en Hawái mantiene en el aire su futuro inmediato. Al empezar la temporada había dejado la puerta abierta al regreso en el 2019 a la distancia olímpica, con la posibilidad de clasificarse para los Juegos de Tokio 2020. Sería su tercera experiencia olímpica, a los 37 años. El triatleta ferrolano se refirió a que planea vivir al menos una segunda experiencia en Hawái, pero no aclara cuándo lo hará. «Ojalá pueda hacerlo mejor en el futuro, ya que espero volver, pero ahora mismo no puedo decir si será en 2019 o más adelante», avanza.

«Lange, espectacular»

El pentacampeón mundial de distancia olímpica pone en contexto su rendimiento en sus dos ironman de este 2018. «Ha sido mi primer año de entrenamiento específico para la larga distancia tras toda la vida en distancias más cortas con otro tipo de entrenamiento más intenso. En Australia en junio fue todo mucho mejor pero está claro que Hawái es diferente, con las condiciones ambientales y el nivel de participación. Por algo es el ironman más prestigioso. A los que han quedado delante hoy no me queda sino felicitarles por su resultado. Lo de Patrick Lange ha sido espectacular», concluye.

Lange batió el récord del ironman de Hawái, con 7:59.39, y la suiza Daniela Ryf, el femenino, con 8:26.18.

Iván Raña, todo un clásico en Hawái, volvió a recortar algunas posiciones en el maratón final de Hawái. era trigésimo tercero cuando empezó los 42 kilómetros finales de carrera, y, llegando desde atrás, finalizó en el vigésimo quinto puesto. «Lecciones que se graban a fuego. Pues a dormir que mañana hay que aprovechar el día. La carrera es un infierno, pero la isla, muy bonita», comentó en las redes sociales en su habitual tono desenfadado. El ordenese, que había sido sexto en su debut en Hawái en el 2013, disputó su sexto Mundial de ironman.

Raña, vigésimoquinto tras desfondarse

Raña salió bien situado del agua, con un parcial de 48.21. Nunca en sus cinco participaciones anteriores había completado los 3,8 kilómetros a nado en tan poco tiempo. Pero las largas rectas de Hawái volvieron a descolgarle paulatinamente de los puestos de cabeza a medida que consumía los 180 kilómetros sobre la bici. Su parcial de 4:32.26 también mejora su mejor registro en ese sector, su 4:38.13 de hace dos años.

Ya a pie, Raña pagó los esfuerzos anteriores. Aún así, remontó ocho plazas en el maratón. Pero su parcial de 3:02.40 supera en diez minutos su peor registro en Kona y en 18 su mejor marca personal del 2014 (2:44.38).

Su crono en meta, de 8:27.52, es su cuarto mejor tiempo en el ironman de Kona.