La regatista confiesa que le repugna la hipocresía y que no le gusta nada cocinar, pero sí comer. «Y si hay que fregar los platos, lo hago»
12 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Me disculpo al tragarme la tilde del nombre, pero Támara Echegoyen ( Ourense, 1984) levanta la mano y le quita importancia. Dice que ya no porfía por eso y que la tilde viene por el río Tambre. Nos vemos en una cafetería de Pontevedra, recién llegada de Santander. Durante la conversación se muestra también tolerante con mi ignorancia marinera.
-Una regatista de Ourense... Eso no es muy normal.
-Bueno, tengo muchos amigos ourensanos que navegan. Y aunque soy de nacimiento ourensana, muy pronto me desplacé a la costa, así que tuve muchas facilidades para ir al agua.
-Participó en la última Volvo Ocean Race...
-Sí. No sé si lo sabe, pero es una competición que se celebra cada dos o tres años, es una vuelta al mundo en etapas que dura unos nueve meses. Es la primera vez que hago esta competición. La hice a bordo del Mapfre y quedamos segundos. Este año hubo una regla especial que obligó a la formación de equipos mixtos. Y yo la aproveché para hacer una de las regatas más extremas y peligrosas que hay en la vela.
-¿Cómo fue la experiencia?
-Muy positiva a la vez que dura. Navegamos por sitios a los que no llegaba ni el salvamento marítimo. Me dio la oportunidad de mejorar como regatista en una competición totalmente distinta. Ha sido una edición muy especial.
-Tantos días navegando...
-Sí, pero yo estoy muy acostumbrada a adaptarme a los cambios. Lo he tenido que hacer muchas veces, adaptándome a varias disciplinas olímpicas.
-Bueno, pero esto es casi cambiar de deporte.
-Cuando cambias de clase en la vela también es casi como cambiar de deporte. Como si le dices a un nadador de 100 braza que se ponga a hacer natación sincronizada. Pero es verdad que, en este caso, la única similitud es que sigues en un barco.
-Mentalmente tiene que ser muy duro.
-Sí. Hay que estar preparada. Hay momentos complicados, pero lo que más aprendí es que es una competición en equipo, porque hay situaciones en las que lo pasas realmente mal y en lo único en que te puedes apoyar es en tu equipo. De todos modos, compitiendo vas al cien por cien y no tienes tiempo de pensar en todas las cosas malas. Sí que hay situaciones límite, sobre todo en el océano Sur [Antártico], cuando estás muy lejos de tierra. Pero es mejor no pensar en eso.
-¿Le gustaría repetir?
-Sí. Pero mi siguiente proyecto es el ciclo olímpico para Tokio 2020. Puede que este sea ya mi último ciclo. Luego me gustaría cumplir etapas en otros mundos de la vela.
-Así que dentro de 15 o 20 años, también se ve ligada a la vela.
-Seguramente sí. Llevo navegando desde los 5 años porque la vela es mi pasión. Creo que me resultará muy difícil separarme de este deporte.
-¿Dónde guarda sus trofeos?
-La mayoría en casa de mi madre.
-La medalla olímpica estará en un sitio de privilegio.
-Sí, también se la regalé a mi madre y la puso en un sitio de privilegio: encima de la nevera, ja, ja.
-Su formación académica es...
-Licenciada en INEF. También tengo estudios de música: violín y piano.
-¿Practica?
-Hace mucho que no.
-¿Cómo era de pequeña?
-Muy inquieta y traviesa. Me recuerdo siempre haciendo cosas. Y siempre fui capaz de hacerlas todas. Nunca fui perezosa.
-Defínase en cuatro palabras.
-Perseverante, trabajadora, soñadora y comprometida con las personas y con los proyectos.
-¿Con qué se entretiene?
-Me gusta mucho leer y hacer actividad física en general: una ruta por el monte o salir en un kayak. También disfruto quedando con amigos y conversando. Desconecto.
-¿Le gusta cocinar?
-No me gusta nada, pero me gusta comer. Y si hay que fregar los platos, lo hago.
-¿Celta o Dépor?
-Cuando era jovencilla era del Dépor. Ahora soy de... los dos. Soy de los equipos gallegos.
-Si se hubiera dedicado al fútbol y hubiera sido un varón, con su éxito sería multimillonaria.
-No soy multimillonaria, pero soy muy feliz, que es mucho mejor. Vivo mi pasión, que no es algo que muchos puedan conseguir.
-Una vocación secreta.
-La medicina. Mi padre era médico. Pero mi sueño de pequeña era ir a los Juegos Olímpicos. Y lo conseguí.
-Dígame algo que le repugne.
-La hipocresía. Y el papel de aluminio.
-¿Qué tal baila?
-Muy bien. Me divierte mucho. Tengo muy buen ritmo.
-¿Tatuajes?
-Sí, tengo tres. Tienen todos un significado especial.
-Una canción.
-I want to break free, de Queen.
-¿Qué es lo más importante en la vida?
-No se puede elegir una sola cosa. Son muchas, y si consigues un buen equilibrio, tendrás una buena vida.