Primeros apuntes en Tokio

Paulo Alonso / X.R Castro

DEPORTES

El 49er de Iago López y Diego Botín, hace unos días en Enoshima
El 49er de Iago López y Diego Botín, hace unos días en Enoshima

Los gallegos Iago López y Nico Rodríguez analizan el campo de regatas de los Juegos tras conocerlo en Japón

09 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Con su amplia sonrisa, el sonense Iago López regresó hace unos días de Tokio feliz por su experiencia en el mar y con una duda. «El campo de regatas nos gusta porque suele haber mucho viento. Y de la radiactividad que pueda haber después del desastre de Fukushima, mejor no saber demasiado». El campeón de Europa de clase 49er y el vigués Nico Rodríguez, que ya clasificó el 470 español para los Juegos del 2020 al ganar el bronce del último Mundial, ya tienen sus primeros apuntes de la sede olímpica, la bahía de la isla de Enoshima, una zona casi de mar abierto donde, a menos de dos años vista, auguran un evento turbulento.

EL VIENTO

Rachas fuertes habituales y la influencia de los tifones

«Normalmente hay vientos térmicos de entre 11 y 16 nudos, y luego, muchas veces entra viento de poniente fuerte, en la misma dirección, una combinación muy interesante. Nos encontramos con días de navegación espectaculares para una regata», explica Nico Rodríguez, que compitió en Enoshima en agosto, en unas fechas similares a las de los Juegos, con Jordi Xammar, su compañero en el 470, que todos dan por seguro en Tokio. «Nos gustan las condiciones de viento fuerte predominantes. Pero suele haber un tifón al mes, con más de 30 nudos, que te paran varios días sin navegar», añade Iago López, ya olímpico en Río con su compañero Diego Botín.

Nico Rodríguez -derecha- y Jordi Xammar, durante su estancia en Japón
Nico Rodríguez -derecha- y Jordi Xammar, durante su estancia en Japón

EL CAMPO DE REGATAS

Varias condiciones y el factor de los tifones

Enoshima, la sede de la vela, es una isla a 40 kilómetros de Tokio. «La subida y bajada de la marea cambia las corrientes y los distintos campos de regatas de los Juegos», apunta el regatista vigués, inmerso en el registro de datos para los Juegos. «Un tifón en Filipinas puede crear en Enoshima olas enormes y complicarlo todo», añade el deportista sonense.

LA OLA

Un serio condicionante

«La ola que se genera es grande, tanto que en la clase Nacra algunos regatistas preferían no foilear [elevarse sobre el mar como volando, por la forma especial de las quillas] porque podían pinchar las olas y frenarse», razona Iago López. «Enoshima me pareció un sitio muy técnico, porque la ola es muy característica, y la técnica da un plus en la velocidad», coincide Nico Rodríguez, bronce en el último Mundial.

TEMPERATURA

Calor y humedad extremos

Nico Rodríguez sufrió las condiciones extremas de Tokio en agosto: «Hacía muchísimo calor y humedad desde el primer momento del día. El bochorno era horrible a las 10 de la mañana y ya tenías que estar con gorra y bebiendo agua, además de buscar la sombra. Es muy importante aclimatarse con tiempo».

LA POLUCIÓN

Contaminación patente, pero no exagerada

Acostumbrados a competir en todo el mundo, tanto Iago López como Nico Rodríguez restan importancia a la contaminación. «Es parecida a la de otros lados, aunque de vez en cuando encontrabas cosas flotando», indica el regatista vigués.

LA PREPARACIÓN

Mallorca y Barcelona, opciones

Iago López cree que Mallorca ofrece condiciones relativamente parecidas a las de Tokio. «No es Japón, pero puede servir para pasar etapas», explica el deportista sonense. «La ola, el viento y la corriente» condicionan la elección de Nico Rodríguez para preparar los Juegos: «Debemos buscar sitios cálidos. Ahora nos iremos dos semanas a Barcelona y luego a Zamani, una isla en el Pacífico. Enoshima es una bahía abierta al océano y la ola es grande, a veces ola de viento. No nos vale una ría porque las condiciones se parecen más a las de mar abierto».