Del parto al rugbi en cuatro meses

DEPORTES

EDUARDO PEREZ

Tras su tercer hijo en tres años, volvió a competir y agradece al equipo que hasta le deje dar el pecho a su bebé en el vestuario antes de salir a jugar

05 oct 2018 . Actualizado a las 17:57 h.

Se puede ser madre y competir en la élite al máximo nivel a los pocos meses de dar a luz. De ello puede dar fe Micaela Martínez, jugadora del CRAT, uno de los grandes del rugbi nacional. «Este es mi tercer hijo en tres años. Del último, di a luz el 11 de mayo. Esperé la cuarentena, fui a todas las revisiones médicas que hay que ir, luego en el centro de salud me trató una fisioterapeuta especializada en el suelo pélvico y, cuando ella me dejó, empecé a hacer deporte, que fue un poco antes de los dos meses», explica.

Unos días antes de cumplir los 30 años, Mica volvió a vestirse de corto. Se reencontró con la competición casi un año después de su último partido. Fue de titular y en uno de los mejores encuentros que se pueden ver hoy en día en España: un CRAT-Majadahonda: «El último partido oficial lo había jugado en octubre del 2017 y este 23 de septiembre volví. La temporada pasada fue casi en blanco. Me hice la ficha, jugué un partido amistoso, otro oficial y cuando descubrí que estaba embarazada dejé de jugar. Seguí entrenando sin contacto un mes y luego ya lo dejé del todo», explica. «Al final fue un parón de nueve meses. Es un período parecido al de las lesiones. Es verdad que la vuelta se complica un poco en cuanto a logística, pero con voluntad y ayuda se puede hacer», agrega.

Su marido también juega

Martínez fue internacional y su marido juega en el equipo masculino que milita en la División de Honor B. Explica que de su regreso a la competición también tiene mucha culpa el club, que le está ayudando en todo lo que puede. «Se están portando de una forma increíble. Tienen mucha tolerancia a la situación. Cuando empezamos a entrenar, mi marido y yo pedimos si podíamos alternarnos a la hora de ir. Un día una y otro día otro, mientras no conseguíamos ayuda externa. Y nos dijeron que sí, que cuando pudiéramos... Y luego, aunque no he llegado demasiado tarde, también son flexibles con mis horarios, porque son un poco delicados para los niños. La hora del entrenamiento coincide con la de la cena, acostarlos...», relata.

Micaela fue el centro de atención en ese primer partido. Volvía tras casi un año de ausencia y sus hijos le acompañaron en su regreso. «El bebé chiquitito tiene lactancia materna exclusiva y los entrenadores no pusieron ninguna objeción a que le diera el pecho justo antes de comenzar el partido. Metí al niño en el vestuario justo antes de comenzar el partido, durante la charla de los entrenadores. Él comió y yo pude estar relajada todo el partido sin pensar si tendrá hambre, si estaré bien, si estará mal... Las compañeras que estaban sin convocar cuidaron además de los tres. Es un gusto estar en un equipo como este», agradece.

«Tener hijos no impide hacer deporte, en absoluto», explica la jugadora

El pasado fin de semana tocó jugar fuera y Mica se las ingenió para ayudar al CRAT. «Al principio pensé en no ir, pero luego, como mi familia es de Madrid, decidí irme con los tres niños en mi coche. Le pregunté a mis compañeras si alguna podía venir conmigo de viernes a lunes y las que pudieron se ofrecieron. Y los entrenadores igual, me dijeron que viajara cuando pudiera y que allí nos veíamos», destaca. «Estoy muy agradecida al CRAT, porque además si no fuera así, la cosa con niños pequeños se complicaría mucho», añade.

Martínez cuenta su secreto a futuras madres deportistas. «Tener hijos no impide hacer deporte, en absoluto», advierte. «Por ejemplo, nosotras tenemos tres sesiones de entrenamiento semanal por las noches y luego disponibilidad de gimnasio los otros dos. Yo no puedo faltar las 5 noches durante la semana, pero puedo entrenar con ellos perfectamente», inicia su relato.

«A mí me lleva la preparación física Saúde Training SCP y entreno con Oli, su responsable, por las mañana. Se nota un montón. Y luego, aparte, en vez de irme a un parque con columpios con los niños, en donde yo no puedo hacer nada, siempre busco una opción para entrenar con ellos, que además se lo pasan súper bien. Es cuestión de organizarse y de tener apoyo de la pareja. Muchas veces decimos que los hijos te cambian la vida, y te la cambian si tu pareja no hace la mitad que le corresponde. Así que todo es cuestión de organizarse y encontrar un ambiente en el que se respeten estas situaciones», puntualiza.