«La medalla parece rutina, pero los que estamos ahí sabemos lo que cuesta»

Pablo Penedo Vázquez
pablo penedo VILAGARCÍA

DEPORTES

CEDIDA

04 oct 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

El martes al mediodía aterrizaba Jordi Aragonés Pose a Cracovia, donde ha encontrado el lugar en el que echar raíces y hacer crecer a su familia con un asiento en el cuerpo técnico de un grande del baloncesto femenino europeo, el Wisla Can Pack. Este fin de semana comenzará su séptima campaña en dos etapas en Polonia. Lo hará tras haber contribuido, y disfrutado, con la selección española del bronce en el Mundial de Tenerife el pasado domingo. La última muesca en una culata con dos títulos y un bronce continentales, y sendas platas olímpica y mundial grabadas.

-Sexta medalla internacional de la selección española femenina absoluta en otros tantos años consecutivos. La gente tiende a dar por normal algo que no lo es...

-Pues si. La verdad es que lo comentamos mucho, lo comentamos mucho. Que llega el verano, y la medalla de la selección. Este año se incorporó al grupo un fisioterapeuta nuevo, Juan Carlos Palacios, del Tecnyconta Zaragoza de la ACB, y al llegar nos dijo ‘Yo vengo aquí a ganar, seguro que vamos a ganar. Las chicas ganan siempre’. Hay esa idea de que la selección gana siempre medalla. Es así desde el 2013, parece que es una rutina. Pero los que estamos ahí sabemos lo que cuesta. Ellas tienen muchísimo mérito. Están haciendo algo irrepetible.

-Parece que este año tuvo más trabajo que nunca. Será difícil haber avanzado con tantas tocadas y lesionadas...

-Pues sí. Pero no solo yo. He pasado muchas horas de trabajo individual con Alba (Torrens), Silvia (Domínguez), que se lesionó a los seis días de la concentración, Anna (Cruz), y Laura (Nicholls), con problemas en la espalda. Sin duda fue la concentración con más trabajo para conseguir que las jugadoras llegasen en las mejores condiciones al campeonato. Los otros años siempre había alguna cosita; molestias, problemas musculares. Pero nunca tantas jugadoras lesionadas, y tan importantes.

-¿En qué manera condicionó el novedoso formato corto del Mundial la preparación y el rendimiento de la selección?

-Condicionó mucho. Mucho. Alba y Silvia apenas disputaron encuentros de preparación. Nicholls y Cruz sí fueron participando, pero controlando mucho los minutos. Silvia llegó al Mundial sin jugar nada, y Alba prácticamente igual; tuvieron que coger el ritmo durante la competición. En un equipo siempre hay roles. Y estas cuatro jugadoras tienen un rol fundamental. Son las patas de la mesa como dice Lucas , junto con Xargay. Pero por otra parte, hubo la respuesta muy positiva de jugadoras que no tenían un papel tan, tan importante, y dieron un paso adelante... Jugadoras de rotación se convirtieron en más importantes de lo que en un principio parecían.

-Nunca antes habían jugado en casa un campeonato de este nivel. ¿Es cierto que no todo son ganancias cuando uno goza de la condición de anfitrión?

-No. No. Nos decían que el equipo podía sufrir al estar en casa por la presión. Estas jugadoras salen a competir igual sea en España, o en la República Checa. Lo que sí notamos en los momentos importantes fue ese apoyo extra, y lo notamos para bien. Los pabellones estaban siempre llenos. Fue especial. La verdad es que Tenerife se volcó. Ver 5.000 personas en el Santiago Martín para apoyarnos era una maravilla, una maravilla.

-Y el año que viene, a por otro título del Campeonato de Europa...

-[Carcajada] ¡Hombre! ¡Ojalá! Siempre que acabo un campeonato con la selección, por el sacrificio, me cuesta pensar en el próximo año. Pero yo siempre estoy dispuesto. El objetivo será intentar volver a ser campeón de Europa. Y espero estar allí.