Palos de ciego
El Barcelona arrastra varios cursos aprobando por los pelos. Le salvan las genialidades de Messi, un superdotado con la pelota. La dirección deportiva ha tenido la tarea de sustituir a Xavi, a Iniesta, a Neymar... Y hasta la fecha sólo ha cosechado suspensos. A la espera de que Dembélé explote, de que Coutinho tire del carro con Messi y de que Malcom y Arthur aprendan el 'idioma Barça' -en el caso del mediocentro, las primeras impresiones son inmejorables-, Eric Abidal centra sus esfuerzos en cerrar a otro centrocampista que acompañe a Rakitic y Busquets, ambos con la treintena recién estrenada. El problema es que ni siquiera el francés tiene claro dónde apuntar: por su mirilla han pasado un prometedor y fino holandés -De Jong-, un francés frío pero de fantástico pie -Rabiot- y un 'todocampista' chileno de sangre hirviente -Vidal-. Como responder un examen rellenando la Quiniela.
Peor aún están en Concha Espina, sin portero ni '9' a doce días de jugarse su primer título en Tallín. El fichaje de Thibaut Courtois para la meta del Real Madrid lleva siendo cuestión de horas las últimas tres semanas, y quizás esta vez sea la definitiva, siempre y cuando el Chelsea le encuentre un reemplazo de garantías. Para la delantera no hay tanto optimismo: Neymar se queda en París con Mbappé, Kane y Hazard son demasiado caros, el Bayern se niega a vender a Lewandowski... Algo tendrán que decir Benzema y Bale. O Vinícius Junior, el fichaje más caro de la temporada.