Un embajador educado y disciplinado

José Picado

DEPORTES

TOBY MELVILLE | REUTERS

11 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Poco antes de abrir su primera tienda en España, en el Paseo de Gracia de Barcelona, le preguntaron a Tadashi Yanai, propietario de Uniqlo, acerca de las características de su ropa y su aportación al mercado español.

Naturalmente esta no era una pregunta neutra: Uniqlo pisaba, por primera vez, territorio de Inditex en uno de los países donde, además, ya estaban instalados desde hacía tiempo otros de sus principales competidores como H&M. Tadashi Yanai definió con naturalidad nipona el posicionamiento de Uniqlo: diseña, fabrica y vende ropa educada y disciplinada, con estándares de calidad altos. Una propuesta de trasladar lo japonés al sector textil, dirigida a los segmentos de mercado susceptibles de convertirse en compradores de una ropa diseñada específicamente para su marca, de alta calidad en su manufactura, materiales refinados y competitiva en precio.

Valores, todos ellos, que pivotan alrededor de su ropa única (unique clothing), concepto del que derivó su marca Uniqlo (en lugar de Uniclo, al parecer por un error en el registro que no quisieron subsanar).

Hace unos días conocimos la cifra del acuerdo de Roger Federer como embajador de Uniqlo. Treinta millones de dólares anuales, [unos 25,5 millones de euros] por diez años… ¿es mucho o poco?

Los gallegos tenemos la respuesta (siempre la tenemos): depende. Si solo nos fijásemos en la cantidad comprobamos que es sensiblemente inferior a la pagada a deportistas como LeBron James, Michael Jordan o Usain Bolt. Y es muy superior a la que Federer estaba percibiendo de su anterior patrocinador, Nike. Pero, en este caso, permítanme la frivolidad, la cantidad de dólares dibujada en el cheque es una cuestión casi menor.

Uniqlo, a diferencia de otros grandes operadores del textil, tiene una clara apuesta en su mix de márketing para los próximos años. Busca una expansión potente en Estados Unidos y Europa, tiene que reforzar el relato de su marca y sí quiere potenciar su diseño propio, algo así como una ropa informal y elegante.

Coincido con otros analistas en el juicio de que, para desarrollar esa estrategia, Roger Federer es una apuesta ganadora. Para muchos, el mejor tenista de la historia, deportista ejemplar, educado, tenaz, comprometido y disciplinado. Federer fue elegido en el 2011 el segundo ser humano más fiable y respetado del mundo, solo superado por Nelson Mandela. Un joven europeo que comparte valores japoneses, universales, como le ha reconocido Unicef. Un profesional que creó su propia fundación dedicada a financiar proyectos humanitarios, como también hace Tadashi Yanai con Uniqlo. Un tipo elegante dentro de una cancha de tenis y fuera de ella. Por eso el acuerdo es de larga duración. Y por eso Uniqlo acertó con este patrocinio. Definitivamente.