Óscar Graña y Diego Romero, campeones de Europa de maratón en C-2

DEPORTES

RFGP

Las gallegas Tania Álvarez y Tania Fernández debutaron como pareja de maratón en el K-2 firmando la cuarta plaza

08 jul 2018 . Actualizado a las 19:26 h.

Galicia es este año la reina de la canoa masculina europea de maratón. Un día después del triunfo del grovense Tono Campos en la regata por el título del C-1, el pontevedrés Óscar Graña y el vilagarciano Diego Romero, compañeros del primero en el Breogán, se colgaban ayer en la localidad croata de Metkovic el oro continental en la prueba del C-2. Un título que permite a Graña volver a aventajar a Campos en una medalla, y continuar siendo el canoísta de fondo español más laureado de la historia en su primer campeonato con su nuevo compañero tras la retirada del isleño Ramón Ferro, con el que había conquistado sus 21 medallas internacionales anteriores. Una mala mañana de Tono y el coruñés José Manuel Sánchez, campeones europeos de C-2 los dos años anteriores, los relegó al quinto puesto, a 1 minuto y 46 segundos del barco triunfante de la selección española de maratón.

Los dos C-2 hispanos se destacaron desde la misma salida junto a los de los polacos Borgiel y Zuchora, de los húngaros Laczó y Nagy, y de los checos Brezina y Dlouhy. Estos últimos se quedaron poco antes del segundo de los cinco porteos de una prueba de 26,2 kilómetros, en el que Campos y Sánchez acabaron descolgados ante el arreón del dúo polaco. Graña y Romero, que habían probado a sus adversarios en cada porteo, se fueron solos en el cuarto, completando los 3,5 kilómetros finales sin compañía para ganar en 1.55.33,46. Borgiel y Zuchora fueron plata a 15,43 segundos, y Laczó y Nagy bronce a 20,56.

Las Tanias, cuartas en K-2

Las otras dos gallegas en acción en la última jornada del Campeonato de Europa, la grovense Tania Álvarez y la lucense Tania Fernández, debutaron como pareja de maratón cuartas en el K-2 con un crono de 1.58.31,67, a 2 minutos y 29 segundos del bronce, que se llevaron las también españolas Barrios y Osaba por detrás de los dos barcos húngaros.