Lopetegui: «Ayer fue el día más triste desde la muerte de mi madre»

Óscar Bellot COLPISA

DEPORTES

Florentino carga contra Rubiales en la presentación del nuevo técnico del Madrid: «fue una absurda reacción de orgullo mal entendido»

14 jun 2018 . Actualizado a las 21:05 h.

«Ayer fue un día, posiblemente desde la muerte de mi madre, el más triste de mi vida, pero hoy es el día más feliz de mi vida». Con estas palabras evidenció Julen Lopetegui la tormenta emocional que ha vivido desde que el martes se anunciase su fichaje por el Real Madrid hasta su puesta de largo este jueves como nuevo técnico de la entidad de Chamartín. 48 horas vertiginosas en las que ha pasado de afrontar con tremenda ilusión la responsabilidad de tratar de llevar a la selección española a la conquista del Mundial de Rusia a tomar el testigo de Zinedine Zidane como timonel del club más laureado de la historia.

Dos semanas después de que Zidane anunciase por sorpresa su renuncia a seguir como técnico tras alzar tres Champions consecutivas, el Real Madrid presentó al sustituto del marsellés. Lopetegui apareció pasadas las 19:00 horas en el palco de honor del Santiago Bernabéu junto a Florentino Pérez. Habían transcurrido dos días del bombazo que supuso el anuncio de su incorporación al banquillo para las tres próximas temporadas y día y medio desde su despido fulminante como seleccionador español por parte del presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF), Luis Rubiales, que se sintió traicionado por el técnico y que optó por finiquitar su contrato y encargar el mando de La Roja a Fernando Hierro en plena antesala del Mundial de Rusia.

Cansado todavía por el largo viaje desde Krasnodar, de donde salió el miércoles primero rumbo a Moscú para coger el segundo vuelo, ya con destino al aeropuerto de Barajas, en el que aterrizó al filo de las 5 de la madrugada de este jueves, Lopetegui visitó la sala de trofeos, rubricó su contrato con el Real Madrid y a continuación tuvo una puesta de largo digna de las grandes apuestas del club, que confía en mantener con el guipuzcoano la exitosa senda de las últimas campañas.

«Me siento capacitado» Triste todavía por lo sucedido en tierras rusas pero ilusionado por el regreso a la que fuera su casa -primero como tercer portero del primer equipo, posteriormente como jefe de los ojeadores internacionales del club entre 2006 y 2008 y a continuación como entrenador de un Castilla en el que militaban Nacho, Cheryshev o Marcos Alonso-, el preparador vasco se mostró consciente de la responsabilidad que afronta pero convencido de su capacidad para superar un desafío mayúsculo. «Sé al club que vengo, sé que es la máxima exigencia», afirmó el preparador de Asteasu, que prometió «luchar por estar a la altura de la historia del club e incluso por mejorarla». «Me siento capacitado para tamaña aventura», sostuvo el exseleccionador español, que dijo sentir ya «esa fuerza y esa energía que acompaña al Real Madrid».

Lopetegui, que estuvo acompañado por su mujer y sus hijos, aseguró que pondrá todo lo que esté en su mano para «seguir creciendo futbolísticamente» y «gestionar el gran patrimonio de jugadores» con que cuenta el Real Madrid a fin de «llegar a las cimas más altas» «El Madrid aspira a ganar todo y aspiraremos a ganarlo todo», recalcó el entrenador antes de responder a la prensa por primera vez desde su turbulenta salida de La Roja. La decisión de Rubiales de destituirle fue, inevitablemente, el foco de atención.

«Tengo muy clara qué es la lealtad», enfatizó Lopetegui, que se mostró dolido con la versión de los hechos que hizo el miércoles Rubiales. «La lealtad es decir la verdad. En cuanto había algo que decir el primero que lo supo fue él», replicó al que hasta ahora había sido su jefe en la Federación. Defendió Lopetegui sus tiempos y los del Real Madrid. «El acuerdo se tenía que cerrar antes, no durante el Mundial», señaló, en la misma línea que Florentino Pérez, que explicó que el pacto se cerró «en tan solo unas horas» y «respetando las cláusulas y los términos del contrato» que Lopetegui tenía con la Federación. La decisión de anunciarlo el martes, continuó el empresario, no fue sino «una muestra de transparencia para evitar todo tipo de especulaciones y rumores».

Recriminó con acritud Florentino Pérez a Luis Rubiales su actitud, de la que, subrayó, no existían precedentes. La del presidente de la FEF fue, consideró, «una absurda reacción de orgullo mal entendido» que condujo a una «respuesta desproporcionada e injusta» ante un club como el Real Madrid que se siente «orgulloso de haber contribuido a la grandeza y a los éxitos de la selección española».

Lopetegui abundó en que el único motivo de comunicar su fichaje por el Real Madrid a dos días del inicio del Mundial fue «ser honesto con todo el mundo, transparente, porque lo otro, el ocultismo, nos iba a llevar a una situación mala». «Estoy muy tranquilo con lo que he hecho, hemos obrado de una manera honesta», insistió el exseleccionador, que incidió en que cuando los jugadores de La Roja conocieron la noticia de su marcha al Real Madrid hicieron «el mejor entrenamiento de la semana». Por ello se mostró incrédulo con su despido, pese a lo cual mandó un mensaje de apoyo a los que hasta ahora han sido sus pupilos y a los que dejó sin perder un solo partido. «Ese grupo de jugadores es magnífico, han pasado las de Cain, han pasado muchas cosas difíciles de gestionar y hemos sobrevivido con la fuerza del grupo, y con esa fuerza del grupo volveremos a ser campeones del mundo, seguro».

Evitó por último Lopetegui caer en la trampa que marcó el corto paso por el Real Madrid del último técnico español que había tenido el club. «Cristiano es el jugador que quiero tener a mi lado siempre. El mejor del mundo está en el Real Madrid, no tengo ninguna duda», lanzó el de Asteasu, que tendrá como uno de sus principales retos a partir del viernes, día en que comenzará a trabajar en Valdebebas, convencer al luso de que olvide sus palabras tras la final de Kiev y siga en el Real Madrid.