Nadal resurge con el sol de París

Manuel Sánchez Gómez | Colpìsa

DEPORTES

GUILLAUME HORCAJUELO | EFE

Supera el bache ante Schwartzman y jugará con Del Potro su undécima semifinal en Roland Garros

08 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Volvió el sol a Roland Garros y con él recuperó la sonrisa Rafa Nadal. Una vez lejos de las condiciones de frío y humedad que le atormentaron el miércoles, el español encontró el camino para desarmar a Diego Schwartzman, mucho menos agresivo y preciso que el día anterior, a quien el número uno del mundo derrotó con claridad, por 4-6, 6-3, 6-2 y 6-2. La lluvia, que obligó a parar el partido el miércoles, resultó ser la mejor aliada para Nadal, que ya recibió el milagro divino en la pasada final del Masters 1.000 de Roma, cuando otro chaparrón cortó el torrente de juego de Alexander Zverev y permitió al balear, en la reanudación, reclamar su octava corona en Roma.

El miércoles Schwartzman estaba siendo muy superior a Nadal y le arrollaba en la pista y en el marcador, donde la ventaja para el argentino era de set y break a favor. Sin embargo, una primera tormenta desestabilizó a Schwartzman, que cedió todo lo conseguido en la segunda manga y dejó que Nadal abandonase la Philippe Chatrier con el set remontado y a dos puntos de cerrarlo. El reseteo, este jueves, en el primer turno del día, benefició de nuevo al balear. «A veces uno necesita, en un momento dado, un poco de suerte, como la que tuve por el parón por la lluvia, para reflexionar, hacer un lavado de ideas, quitarte los nervios y ver las cosas con un poquito más de claridad», explicó el manacorense. Lo cierto es que esa suerte también es fruto de la mentalidad y la cabeza de Nadal que, lejos de hundirse, reflotó a la vez que el sol.

El posible titubeo al comenzar la segunda parte del encuentro a dos puntos del set no existió. Nadal lo remató y dio comienzo a un nuevo partido, que se dirimiría, por así decirlo, al mejor de tres sets. Y el comienzo no pudo ser mejor. El campeón de 16 grandes se llevó doce de los primeros trece puntos tras reanudarse el encuentro.

Con el de Manacor muy sólido y el bonaerense muy fallón (el miércoles consiguió 29 golpes ganadores y ayer solo pudo sumar ocho más), el tercer set fue prácticamente un paseo.

Alcanzó 34 golpes ganadores

La diferencia del día anterior, cuando Schwartzman estuvo excelso, fue que Nadal ya no regaló y sus golpes sí cogieron el efecto y la altura que la situación requirió. Tras cerrar el tercer set por 6-2, el argentino pudo reaccionar, pero no fue suficiente para reflejarlo en el marcador. El nivel de tenis aumentó y la batalla en el fondo se hizo más cruda, con un Nadal que fue capaz de alcanzar los 34 golpes ganadores, a merced, sobre todo, de la derecha paralela, complicada de leer para Schwartzman. Con otro 6-2, el balear cerró el duelo.

En su undécima semifinal en Roland Garros, el de Manacor tendrá un viejo enemigo enfrente como Juan Martín del Potro, que derrotó a Marin Cilic (7-6, 5-7, 6-3 y 7-5) para llegar a sus quintas semifinales de Grand Slam, las segundas en París..