La lluvia del tío Toni y un Rafa perfecto

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

GONZALO FUENTES | REUTERS

El campeón demostró por qué es uno de los mejores competidores del deporte mundial

08 jun 2018 . Actualizado a las 08:39 h.

Es conocida la anécdota de que en sus primeras etapas de niño Toni Nadal le decía a su sobrino antes de un partido: «Tú no te preocupes, que si el partido no te va bien, hago que llueva y así se suspende». Así que Rafa iba perdiendo, pero luego comenzó a remontar y al pasar junto a su tío le dijo: «No hace falta que hagas llover, porque este partido lo gano».

En los cuartos de final de París, claro que Toni no fue el causante de que la lluvia interrumpiese el duelo cuando Rafa, dubitativo, perdía el primer set y era dominado en el segundo por un Schwartzman que llevaba la iniciativa, jugaba dentro de pista, y conseguía muchos golpes ganadores.

El partido se reanudó ayer con de sol y buena temperatura, las condiciones que le gustan al campeón español para que su juego disponga de la máxima eficacia. La pista central casi se llenó de nuevo con el mismo público de la tarde anterior, al que la organización tuvo el detalle de respetarles la entrada para poder asistir a la continuación con 6/4 para el argentino y 5/3 30-15 y saque para el español.

Y la realidad es que el público pudo disfrutar de un espectáculo extraordinario. Para los que sólo vean el resultado final de 4/6 6/3 6/2 y 6/2, es decir un 13-4 a favor de Rafa, (16-4 si se tiene en cuenta la primera interrupción), creerán que se convirtió en un paseo para el español, cuando lo cierto es que fueron 17 juegos extraordinariamente disputados, en los que Nadal exhibió todas las virtudes que le han llevado a alcanzar el palmarés que tiene y a que se le considere uno de los mejores competidores del deporte mundial.

Desde la primera bola, entendió que tenía que adelantar su posición para no dejarle la iniciativa a su rival, siendo él el que llevase el mando. Y lo logró con un ritmo trepidante, con reveses profundos o angulados, con drives con peso y altura, o abiertos para desplazar a su rival, y en cuanto tenía la oportunidad resolver con ganadores paralelos inalcanzables. Oportuno y preciso en las dejadas y resolutivo en las voleas cuando la situación demandaba subir a la red a acabar las jugadas, consciente de que a poco que bajase el ritmo, o atrasase su posición en la pista y cediese iniciativa, Schartzman podría superarle como lo había hecho el día anterior, Rafa jugó un partido prácticamente perfecto, necesario para superar a un difícil rival que tras un comienzo algo titubeante le exigió su mejor versión. Hubo juegos de más de trece minutos de duración, y Rafa salvó con maestría varios puntos de break en contra. La intensidad en el ritmo y la espectacularidad de los puntos nos hicieron recordar por momentos la extraordinaria final del 2005 entre Rafa y Coria en Roma. Excelente la actuación del peque Schwartzman, que sigue creciendo tenísticamente y que ya entra entre los diez primeros del ránking.

Y ahora Rafa está a dos partidos de conseguir su undécimo Roland Garros. En la semifinal le espera un difícil rival: también argentino, pero de características muy diferentes; un jugador que ya le ha ganado en varias ocasiones, (5 de 14 enfrentamientos), que ya sabe lo que es ganar en un grande, y que tiene hambre de triunfos tras un tiempo de inactividad por culpa de unas lesiones que estuvieron a punto de retirarle.

Ejemplo también de superación, el saque, la derecha y la determinación son los principales peligros del jugador de Tandil. Del Potro, a diferencia de otros, no parte intimidado contra Rafa, pero si este juega con la confianza y la consistencia de ayer, resta bien y mueve a su rival sin dejarle pegar cómodo su demoledora derecha, va a ser tarea muy complicada para Juan Martín impedir el paso a la final de un jugador que ayer nos volvió a deleitar con una actuación majestuosa.