Una exhibición, cada día mejor

Fernando Rey Tapias

DEPORTES

CHRISTOPHE SIMON | AFP

Anticipación, pegada, movimientos... Todo lo bordó Nadal para barrer a Gasquet. En octavos
se medirá a Merterter

02 jun 2018 . Actualizado a las 23:28 h.

La historia de Richard Gasquet y Rafa Nadal se cruza en el torneo de Les Petit As, en Tarbes (Francia). Allí le derrota en la prueba infantil el jugador local y genera unas expectativas que jamás podrá cumplir. Sobre todo, frente a aquel rival que luego se convirtió en amigo. Rafa es hoy el peor verdugo de Richard. Su exhibición de ayer en Roland Garros supone su decimosexta victoria en 16 partidos ante el francés. Un buen rodaje antes de jugar mañana en octavos contra el alemán Maximilian Marterer, de 22 años.

Desde que se hizo profesional, Gasquet encajó con elegancia la supremacía de Nadal. Siempre ha reconocido su jerarquía, dentro de una relación de amistad. Admite que Rafa conoce bien sus debilidades y las explota. Así sucedió ayer, hasta consumarse el triunfo incontestable del español por 6-3, 6-2 y 6-2. Jugó Rafa con confianza y plasmó su táctica a la perfección. Empezando por su típico juego de tierra, con bolas altas al revés a una mano del rival. Así amargó durante años a Roger Federer ?hasta que el suizo, de forma tardía y reciente, encontró un antídoto?. Gasquet nunca supo hacer frente a esos botes endemoniados. De ahí sus 16 derrotas. Que cada vez caen con más claridad.

No tuvo historia el partido en la Philippe Chatrier. El primer set resultó apabullante hasta el 5-0 de Rafa, en una racha en la que apenas cedió puntos. Luego se entró en una segunda fase en la que Gasquet plantó cara con más dignidad. Hasta llegar a una última manga en la que Rafa sacó todo su arsenal, con drives de todo tipo y golpes directos y ganadores. Con 4-0 reaccionó el francés, pero el diez veces campeón de Roland Garros ya estaba lanzado. La exhibición alcanzó al juego agresivo, los desplazamiento, la anticipación, la confianza...

El triunfo refuerza la confianza de Nadal para las rondas que vienen. Va a más. Mejoró del primer día al segundo y del segundo al tercero. Como suele hacer en los grand slams. Encima, el público francés, que empezó de lleno con Gasquet, apreció la deportividad de Rafa. Suma adeptos a la admiración por lo que hace siempre en Roland Garros.

Cuesta encontrar una laguna en el Nadal de ayer. Un único pero: como le sucedió contra Bolelli, pareció tardar en leer las dejadas del rival. Nada grave.