El gallego fue tercero en una dura carrera en la que superó problemas mecánicos
27 may 2018 . Actualizado a las 19:04 h.Borja Sánchez se crece ante las adversidades y así lo volvió a demostrar subiéndose al podio de Donnington Park, la cuarta carrera de Supersport 300, tercera categoría del Mundial de Superbikes. Sánchez fue tercero después de una semana muy dura en la que incluso llegó a peligrar su participación. Además, superó dificultades mecánicas con un carrerón en grupo que resolvió con maestría en las últimas vueltas. Una tercera plaza final que sabe a gloria. El segundo podio en su palmarés.
«Después de conseguir mi primer podio en Imola, uno de mis principales patrocinadores me comunicó que no puede hacer el pago de lo acordado por problemas internos, por lo cual, me quedo sin el presupuesto necesario para continuar en el Mundial de SBK. Si no consigo el dinero necesario para dichos pagos me veo en la obligación de abandonar mi sueño de ser campeón del mundo», explicaba hace unos días en las redes sociales.
El piloto gallego recibió una oleada de muestras de cariño (de ahí que luciera con orgullo durante todo el fin de semana un cartel que ponía: «A la mejor afición, gracias») y eso le valió, al menos, para viajar a Inglaterra con su equipo y disputar la cuarta carrera del Mundial. Pero una vez en Donnington, tampoco fue rodada la cosa. Problemas mecánicos obligaron al equipo ETG Racing a trabajar a contrarreloj para cambiar el motor. Y aún así logró ser sexto en la clasificatoria y luchó como pudo en el grupo de cabeza durante la carrera.
Con la murciana Ana Carrasco destacada en cabeza, la pelea se centró por la segunda y tercera plaza. A cuatro vueltas del desenlace, Sánchez bajó a la sexta posición y, desde atrás, inició una espectacular remontada que lo llevó hasta la segunda, a tres curvas del final. Una pequeña pasada en la penúltima curva permitió al sudafricano Loureiro quitarle la segunda plaza y el gallego celebró con orgullo la tercera, con puño al aire. No era para menos. Había logrado superar un sinfín de adversidades.