Rubiales teje la red clientelar de Villar para perpetuarse

DEPORTES

SERGIO PEREZ | Reuters

Nombra una junta directiva y se rodea de imputados en la Operación Soule, pagando con cargos a los que lo votaron

24 may 2018 . Actualizado a las 07:39 h.

Luis Rubiales empieza a pagar favores. Pero no solo eso. También comienza a tejer su propia red para intentar perpetuarse en el cargo de presidente de la Real Federación Española de Fútbol tal y como ya había logrado su admirado antecesor Ángel María Villar. El dirigente granadino sabe que en el 2020 deberá someterse a un nuevo proceso electoral y necesitará de las territoriales para revalidar su mayoría.

Por eso ha decidido rodearse de presidentes, que en algunos casos aparecen dentro de la extensa Operación Soule que llevó a la destitución de Villar y a que ahora mismo estén siendo investigados por si hubieran cometido diferentes delitos. Mandatarios como José Ángel Peláez (Cantabria), imputado en la Soule, será vocal en la junta de Rubiales, quien también ha nombrado a otro de los cinco barones investigados, Jacinto Alonso (Rioja), a quien nombró director de Formación, una de las áreas con más peso en la estructura federativa. «Este es un respaldo a la gestión y a la persona de Jacinto Alonso, que es un buen hombre, un buen gestor del mundo del fútbol y no se podía desperdiciar su experiencia», explicó Rubiales el lunes, obviando lo que el juez Pedraz considera que pudo haber hecho: «Firmar pólizas con Helvetia», de donde es corredor de seguros, «por valor de más de 2,5 millones de euros».

Peláez, por su parte, que ya era directivo con Villar, está siendo investigado por la subvención de 210.000 euros concedida a su territorial en el 2014 por el Consejo Superior de Deportes (CSD), así como los movimientos de la cuenta donde fue ingresada dicha subvención y el destino del importe desde el 7 de marzo del 2014 al 6 de mayo del 2016.

Las territoriales son clave

Rubiales sabe que las federaciones territoriales suelen controlar sus votos en cada elección a asambleístas y, por tanto, que es clave tenerlos contentos. Lo sabe porque así funcionó Villar durante más de dos décadas, a quien apoyó siempre que se requirió de sus servicios hasta que consiguió ocupar su lugar. Y por eso el nuevo presidente de la RFEF ha acudido a ellos: para ganarle las elecciones a Larrea y para intentar vencer también en las del 2020.

Peláez y Alonso lo apoyaron y por eso ahora reciben su premio, pero también otros como el presidente de la Catalana Andreu Subíes, a quien pone al mando de la caja de caudales nombrándolo vicepresidente económico. Antonio Suárez (presidente de la Interinsular de Las Palmas) también se lleva otra vicepresidencia (enlace con el fútbol profesional), al igual que Miquel Bestard (Baleares), como responsable de las competiciones no profesionales; Rafael del Amo (Navarra), con el femenino; y Pedro Rocha (Extremadura), con el fútbol sala. Las vicepresidencias la completa Ana Muñoz, ex directora general del CSD. Otros presidentes de territoriales serán vocales: Maximino Martínez (Asturias), José Ángel Peláez (Cantabria) e Iñaki Mardones (Vizcaya).

Eduardo Bandrés, exdiputado por el PSOE en las Cortes de Aragón y primer presidente ejecutivo de la historia del Real Zaragoza (con un salario de 400.000 euros al año) será ahora el tesorero. En la directiva también entran Andreu Camps (ex miembro del Tribunal Administrativo del Deporte), que será el nuevo secretario general en sustitución de Esther Gascón.

Completan la directiva, como vocales, Francisco Goya (Alcalá), Eduardo Caturla (expresidente del Comité de Entrenadores con Villar), María Dolores Martínez (árbitra), José Ramón Cuetos Lobo (nuevo presidente de los entrenadores) y Marisa González Casado (exjefa de comunicación de Cristina Cifuentes y Alberto Ruiz Gallardón en la Comunidad de Madrid). Además, Rubiales nombró al excolegiado Velasco Carballo como nuevo jefe de los árbitros en detrimento de Victoriano Sánchez Arminio, quien se significó en su apoyo a Larrea y eso le ha costado el cargo. Esa es la cacareada renovación prometida por Rubiales. El presidente que dice encarnar el cambio, valiéndose de la red que fabricó su maestro, Ángel María Villar.