La propuesta se mantiene a la expectativa de la asamblea de la RFEF
13 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Congreso Nacional de Fútbol Aficionado, celebrado el jueves y viernes en San Sebastián, anuncia una auténtica revolución en el fútbol semiprofesional español. En gran medida, por el empeño de la Real Federación Galega de Fútbol, que se presentó a la cita con una batería de propuestas para reformar a fondo la estructura del fútbol femenino, el balompié juvenil, y la Segunda B y Tercera División. El Congreso aprobó un nuevo marco de distribución de categorías, pendiente ahora del visto bueno de la Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol, a comienzos de verano.
De salir adelante lo refrendado en San Sebastián, y a propuesta de Marcelino Maté, presidente de la gestora de la RFEF, los aficionados encontrarán muy difícil poder reconocer la Segunda B y la Tercera División 2019/20, temporada en la que se procedería a la modificación de ser esta finalmente aprobada por el órgano rector del fútbol español. Y es que el nuevo escenario dibujado obligará a fijar los correspondientes mecanismos de redistribución al término del ejercicio 2018/19 al establecer una Serie 1 en la Segunda B con 20 equipos, y una Serie 2 con tres grupos de 20 con Galicia encuadrada junto a los conjuntos de Asturias, Cantabria, Euskadi, La Rioja y Castilla-León. Cada uno de estos tres grupos tendrán por debajo otros dos de una novedosa Serie 1 de Tercera, agrupando respectivamente a tres federaciones territoriales. A estos últimos a su vez se accederá desde tres grupos de una Serie 2 de Tercera División, cada uno de ellos correspondiente a una comunidad autónoma. En todos los casos, con 20 equipos por cuadro de competición.
En el fútbol femenino se crearía una Tercera Nacional, y en el juvenil una Superliga con dos grupos de 18 equipos y una División de Honor con seis de 18.