La única vez que la ciudad pudo disfrutar de fútbol y baloncesto al más alto nivel fue hace un cuarto de siglo
17 sep 2018 . Actualizado a las 12:53 h.Lugo se prepara para vivir una campaña dorada. Hace 25 años, en el curso 1992-1993, coincidieron en la élite del deporte nacional el Breogán y el Lugo. Los celestes abordaban su quinta temporada consecutiva en la ACB, mientras los rojiblancos asimilaban un ascenso histórico a la Segunda División. Hoy, el Lugo está asentado en el fútbol profesional tras seis campañas consecutivas en la Liga de plata y el Breogán, tras 12 años vagando por la LEB, se prepara para reencontrarse con su hábitat natural en la Liga Endesa.
«Lugo en aquel tempo era baloncestista, quizais penoutrou o fútbol algo máis, pero era o Breogán entonces era o que se levaba todo», dice Julio Díaz, que aquella temporada era entrenador de los rojiblancos. Para él, la masa social es «fundamental» para la supervivencia de un equipo en una categoría alta y reconoce que en aquel momento «non chegamos a movilizar o que deberíamos co produto que tiñamos».
La ciudad estaba acostumbrada a los jugadores extranjeros gracias al baloncesto. Había cinco en las filas del Breogán aquel año. Además de Perasovic, los celestes contaban con cuatro norteamericanos: Riley, Burroughs, Critton y Farmer. Sin embargo, en el fútbol no era algo tan usual y de hecho, en aquel verano de 1992 llegó al Lugo el primer jugador extranjero de su historia.
Dejam Joksimovic era montenegrino y llegaba para convertirse en el referente del equipo, aunque finalmente su fichaje fue un desastre y su desenlace en el Lugo «triste».
«Entonces non era como agora, nós non tiñamos director deportivo e non había vídeos nin Google nin todas as cousas que hai agora», explica Julio Díaz. El técnico recuerda que el futbolista ya no entró con buen pie, «eu non quería que houbera ninguén que cobrara máis que outro na plantilla» y el mediocentro ofensivo nacido en Belgrado «non me lembro da cifra, pero duplicaba con creces o soldo de máis dun». Joksmovic se fue del Lugo en diciembre, poco antes que el entrenador y durante meses mantuvo el título de pichichi con dos goles, los mismos que Jorge. Arturo, con cinco dianas, terminó siendo el máximo goleador de un año de disgustos para el Lugo, que apenas vio incrementar su masa social y que terminó descendiendo de categoría. Los rojiblancos no volverían a Segunda hasta la llegada de Quique Setién.
La temporada de Velimir Perasovic
El escolta croata Velimir Perasovic aterrizó en Lugo en el verano de 1992. Tenía entonces 26 años y era un jugador con recorrido en el baloncesto europeo, aunque todavía no había pasado por España. Llegó justo después de haber disputado con Croacia la final olímpica de Barcelona 92, en la que perdieron el oro contra los EEUU. Se quedaría una única temporada en el Breogán, pero sus cualidades en la pista sembrarían un recuerdo eterno entre los lucenses. Fue el máximo anotador de la ACB aquella temporada, ensombreciendo a un Claude Riley que había sido la estrella entre los celestes los años anteriores. Aquel Breogán lo entrenaba Ricardo Hevia, lo dirigía Ramón Estévez y lo gestionaba Víctor Varela.