La buena suerte también se trabaja

Támara Echegoyen DIARIO A BORDO DEL MAPFRE

DEPORTES

¡Difícil de imaginar el resultado final de esta etapa para el Mapfre hace una semana!

11 may 2018 . Actualizado a las 23:31 h.

En nuestras quinielas la posibilidad de poder alcanzar a los líderes (Brunel y Dongfeng) era mínima. No teníamos posibilidades reales de poder recortar tanta distancia con las condiciones meteorológicas que teníamos en ese momento. Solo teníamos una opción: seguir trabajando con la misma intensidad ?al cien por cien? para estar completamente preparados en el caso de que se abriese una puerta que nos permitiese luchar por mejorar nuestro resultado. Y así fue, tres días antes del final, un frente con más de 30 nudos de viento y un anticiclón con vientos ligeros permitieron una compresión con los barcos de cabeza. Unas condiciones que supimos gestionar de la manera correcta y nos permitió entrar de nuevo en la batalla por la etapa.

Con toda la flota reunida en menos de 20 millas, nos adentramos en la parte final del recorrido. Acompañados de una densa niebla en las últimas horas, menos de cuatro nudos de viento y una fuerte corriente en contra que hicieron que las últimas horas de navegación pusiesen a prueba la paciencia de cada uno de los regatistas. Condiciones realmente complicadas y difíciles de gestionar con toda la flota sumamente cerca. Cualquier resultado era posible. Casi tres horas de lucha para recorrer apenas las 2,5 millas que nos separaban de la línea de llegada. Las primeras millas, un mano a mano con el Dongfeng. Las últimas, un auténtico match race con el Brunel.

Finalmente, las buenas maniobras, la velocidad y las decisiones tácticas permitieron que por apenas unos segundos, concretamente 61, el equipo cruzase la línea en primera posición.

Sin lugar a duda, no fueron las condiciones ideales para terminar una etapa. Existe alguna controversia sobre si deberían haber alejado la entrada unas millas para evitar encontrarse con las condiciones que tuvimos. Algunos las describen como injustas. Bajo mi punto de vista fue una llegada muy dura pero todos los barcos tuvimos que atravesar las mismas dificultades para cruzar la línea de llegada. Las mismas reglas del juego que, en ocasiones, sonríen de manera diferente a los equipos.

Lo único que tengo claro es que la buena suerte solo aparece cuando creas las circunstancias adecuadas para ello. Y en este caso, nosotros nunca abandonamos la posibilidad de seguir luchando siempre hasta el final y en el Mapfre trabajamos muy duro cada día para poder tener las mayores opciones de éxito.

Ahora es tiempo de descansar y preparar la siguiente etapa. Quedan muchos puntos en juego y bastante trabajo aún por hacer. De momento analizar con calma los errores que cometimos durante la etapa y aprender de ellos, porque sin lugar a duda los hubo y debemos aprovecharlos para seguir mejorando de cara a las siguientes etapas.

Un saludo desde Newport.