Análisis gallego para Carolina Marín

DEPORTES

Ramón Leiro

Analiza la táctica y acompaña desde el 2014 a la campeona del Mundo en sus pruebas internacionales

27 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Rafael Vázquez no tiene límites en el bádminton. Al menos él no se los pone. Hace cuatro años que su vida deportiva dio un giro cuando una llamada del seleccionador nacional Fernando Rivas le puso a los pies de la élite como entrenador. Necesitaba su análisis tácticos y quería tenerlo cerca, que formase parte de ese cuerpo técnico que meses después haría campeona del Mundo a Carolina Marín. Sentado en la cafetería del Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD) de Pontevedra se resta méritos, pero desde el 2014 contribuye a la preparación de Marín para intentar hacerla cada vez más competitiva.

Viajó con ella a Tailandia durante un mes en el 2014 y luego estuvo otro tanto en Dinamarca antes y durante el Mundial de bádminton de ese mismo año, también contribuyó a la preparación del Europeo del 2015 y se desplazó a los Juegos Olímpicos de Río en el 2016. El pasado año volvió dos semanas a San Sebastián para acompañar a Fernando Rivas «el universitario», como lo conocen sus allegados por las vueltas que da a los sistemas de entrenamiento para intentar rozar la perfección. Diseña un trabajo integrado que se vertebra sobre la técnica, la táctica y la preparación física para convertir a los deportistas en campeones, en otras palabras ha profesionalizado una disciplina dominante en los países asiáticos. Y lo ha hecho hasta tal punto que Rafael Vázquez recuerda que después del campeonato del Mundo de 2014, medios de comunicación chinos vinieron a España buscando una explicación de por qué una jugadora española, donde solo hay diez mil licencias, venciese a una asiática, donde hay millones de jugadores federados. «Aquí se piensa mucho, pero ellos tienen más aguante, pueden estar hasta ocho horas jugando, en ese sentido somos más listos en el juego», señala Vázquez, que recuerda que tras la victoria de Carolina Marín, «el seleccionador tailandés me dijo que ellos tienen que entrenar más porque los europeos son más altos y a ellos les queda ser fuertes». Ahora Vázquez ha reducido los viajes con el equipo de Carolina Marín, pero no su dedicación. Continúa haciendo los análisis tácticos de sus partidos y envía sus conclusiones por email, pero no descarta volver a reincorporarse a los desplazamientos a medio plazo.

Junto a Fernando Rivas está el danés Anders Thompsen, el segundo entrenador, y «Ernesto García y yo nos encargamos del análisis,», explica Vázquez, que ha aplicado la disciplina de trabajo de Rivas a sus entrenamientos en el CGTD, donde eneseña a trece jóvenes promesas. «Fernando es muy crack, siempre busca innovar con sistemas nuevos de entrenamiento, ese es el éxito del bádminton», señala.

Reconoce con cierto humor que para llegar tan alto hay que ser algo «friki». Un trabajo en el 2013 le abrió las puertas a la élite. «Nadie quería hacerlo y yo entregué un cedé de más de 20 gigas sobre este deporte, con tácticas, técnicas, movimientos y otros documentos», comenta. Un trabajo tan exhaustivo despertó la atención de Rivas, que lo unió a su equipo desde entonces. Los dos defienden un sistema milimétrico, muy profesionalizado. Esto es más que fuerza física o mental, mucho más que dos raquetas y una pluma, «esto un deporte con una técnica muy compleja», que obliga al deportista a dominar un amplio espectro de agarres y lanzamientos, que Rafael analiza para Carolina.