El Madrid, ese es el favorito

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RONALD WITTEK | EFE

Nuevo triunfo de los de Zidane, capaces de reducir a rutina una semifinal de Champions

25 abr 2018 . Actualizado a las 23:47 h.

«¿Quién tiene a Messi?». El Barça, que se descolgó en el día malo del único futbolista obligado a no fallar. Al City de Guardiola, autor de la frase, le hizo falta para caer una desgracia coral. Y mientras, avanzaba el Real Madrid. Cristiano marcaba de chilena, el árbitro añadía dos minutos de más... Detalles. Marcas en el camino hacia otra final. Como la de Múnich, donde volvieron a salir bien los planes de Zidane, el entrenador que prefiere la Liga solo porque la Liga le resulta más difícil de ganar. La Liga solo requiere regularidad. Tolera el día malo de una estrella, ofrece una tercera oportunidad. La Champions se juega sin embargo a todo o nada, exige una perfecta combinación astral.

Para que si Cristiano deja su chilena a medio hacer aparezca desatado Marcelo unos metros más allá. Para que si falla Keylor, solo cueste un gol y no el encuentro. Para que si falla Rafinha, cueste media semifinal. Conjunciones que alimentan el recelo de cualquiera que no se sienta madridista, que disparan en el seguidor blanco un razonable sentimiento de superioridad.

De concluir su trabajo en el Bernabéu, el Madrid que pelea por la tercera plaza del torneo doméstico habrá eliminado al campeón de Francia y Alemania, y probablemente al de Italia, de camino hacia el título continental. Equipos de viejas glorias y nuevos ricos sometidos por la mezcla de acierto y azar. Sucedió otra vez ayer de noche: a la lesión de Robben en el minuto 5 y la de Boateng en el 33, a los remates al limbo de Müller, Hummels o Ribery, se sumó la puntería de Asensio, elegido por su entrenador para saltar al campo tras el descanso y estrenar su cuenta en la competición.

Flaqueó Isco, tan útil en el primer tiempo como en el segundo, cuando no regresó al césped a deambular. Estuvieron discretos Módric, Kroos y Casemiro, incapaces de gobernar el partido incluso sin oposición. Pinchó Carvajal y pinchó Marcelo, que recuperó en ataque lo que regaló atrás. Tragó Navas. Apenas dejó un detalle Benzemá. Solo Asensio y Lucas, futbolistas circunstanciales, ofrecieron en el Allianz Arena lo que se espera de un campeón de Champions que alcanza de nuevo (octava vez consecutiva) la semifinal. Ni siquiera lo hizo Cristiano, que cerró su primer duelo internacional de esta temporada sin anotar. Doce encuentros seguidos. Diez de competición europea, dos de la mundial. En Múnich no llegó a tirar a puerta. Qué más da. Hay un club capaz de sobrevivir al peor día de su estrella. El Madrid. Ese es el favorito.