Miguel Méndez, rey de Europa con el Ekaterimburgo

La Voz X. R. C. VIGO / LA VOZ

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ZSOLT SZIGETVARY

El entrenador vigués añade a su extraordinario palmarés la Euroliga con el Ekaterimburgo

23 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Miguel Martínez Méndez consiguió la guinda que le faltaba para completar su palmarés como entrenador de baloncesto femenino al ganar con el UMMC Ekaterimburgo la final de la Euroliga. La cuadratura del círculo para el preparador vigués. En la final superaron a las anfitrionas del Sopron Basket húngaro por un margen de 19 puntos. En las semifinales ya habían hecho la machada de cargarse al vigente campeón, el Dynamo Kursk que prepara el seleccionador español Lucas Mondelo.

Miguel Méndez es un entrenador de éxito. El vigués fue protagonista directo de la última época dorada del Celta, en donde coincidió con Alba Torrens, a la que ayudó a moldear en Vigo y con la que ahora vuelve a coincidir en el baloncesto ruso. Alba, además, ha sido de gran ayuda en su desembarco en el Ekaterimburgo, al que llegó el pasado mes de enero y con un año y medio de contrato, lo que le asegura otra temporada en un grande del baloncesto continental.

El vigués no era un extraño en una final de Euroliga. Ya vivió esa experiencia dando la sorpresa con el Rivas madrileño, pero sucumbieron ante un Ros Casares valenciano liderado por Sancho Lytte. Pensar que una final entre equipos españoles podría repetirse ahora es del todo impensable tras el azote de la crisis.

Miguel ha sido un hombre de baloncesto femenino a lo largo de toda su vida. Triunfó en el Celta, cuando los problemas económicos tocaron a la puerta celeste cogió las maletas y emigró a Madrid dos temporadas y le hizo campeón de Copa de la Reina al Rivas. Luego llegó la aventura italiana con el Schio. Allí se hizo con dos tripletes en dos temporadas consecutivas en otro ciclo triunfal al que solo le faltó un buen final.

Pero todo lo bueno que ha sembrado Miguel Méndez en el baloncesto femenino continental ha tenido premio ahora, con una final four impecable y una final que controlaron en todo momento para ganar por 72-53. La recompensa merecida.