El Breogán recupera la rutina

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

DEPORTES

ÓSCAR CELA

Los celestes volvieron ayer al trabajo tras certificar el ascenso deportivo a la ACB, para preparar el duelo contra el Básquet Coruña

18 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La pista del Pazo respiraba ayer normalidad. A las 18.00 horas el ojo más entrenado tenía que esforzarse por encontrar diferencias con otra semana cualquiera. Cuatro días después de certificar el ascenso deportivo a la ACB, el equipo de Natxo Lezkano trabajaba con intensidad y concentración.

Ricardo Uriz, Sergi Quintela, Salva Arco, Danilo Fuzaro, Sandi Cebular, Leo Demetrio, Herve Kabasele y Matt Stainbrook trabajaban sobre la pista. Con ellos, tres jugadores del Estudiantes completaban el grupo. Guille Rubio pasó buena parte de la sesión haciendo bicicleta al margen, con la vista puesta en los ejercicios que realizaban sus compañeros y las indicaciones del técnico vasco. Faltaba Emir Sulejmanovic, que tuvo que volver a Fuenlabrada a petición del club madrileño y que no volverá a competir con los celestes lo que queda de liga regular. Tampoco estaba Christian Díaz, con unos días de permiso por problemas personales, ni Johan Löfberg.

El viernes tendrán que dar la cara en Riazor, tras una semana de celebraciones. Competirán sin presión ante un Básquet Coruña que acumula dos derrotas consecutivas. Los de Gustavo Aranzana cayeron contra Palma (79-90) y contra Huesca (82-63) y son octavos con 16 victorias.

El lío del canon

Allá por el mes de julio, la ACB aprobó unas nuevas condiciones económicas de acceso tras las negociaciones con la FEB y el CSD. Se eliminó el canon y el llamado Fondo de Regulación de ascensos y descensos. En su lugar, se estableció una cuota llamada Valor de Participación (1,6 millones de euros a embolsar en cuatro campañas y con derecho de reembolso en caso de descenso). Burgos, por ejemplo, asume el pago detrayendo los 400.000 euros de los 500.000 que paga la liga a cada equipo por curso.

El Breogán dejó en su día depositados más de dos millones de euros en concepto de canon, para no tener que afrontarlo en el caso de un posible ascenso. Con el cambio de condiciones, parece lógico que los celestes no quieran iniciar una lucha que ponga en peligro el ascenso desde los despachos y en el corto-medio plazo dan por perdida esa cantidad embolsada en la ACB.