Arévalo se suma a Toro, Germade y Rodríguez en la carrera por el K-4

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Arévalo compitiendo
Arévalo compitiendo Propia

El de Betanzos, que no pudo empezar a entrenarse hasta enero por su incorporación al Ejército, se gana pelear la próxima semana un hueco en el Europeo

08 abr 2018 . Actualizado a las 09:42 h.

Serán finalmente siete, y no seis como estaba previsto en un principio, los kayakistas que la próxima semana pelearán por los cuatro asientos del barco estrella en los planes olímpicos de la Real Federación Española de Piragüismo. El K-4 500, que relevará al K-4 1.000 en el programa de los Juegos en la edición de Tokio 2020, para el que en España hay talento y potencia suficientes con los que montar dos embarcaciones de primer nivel internacional. Serán siete, y no seis como estaba previsto los palistas que compitan la próxima semana en el embalse asturiano de Trasona por un puesto en el K-4 500 que acudirá a la primera gran cita de la temporada, el Campeonato de Europa Absoluto de Belgrado en el mes de junio, porque Carlos Arévalo (Ría de Betanzos), ha sacado pecho en los dos días de la primera criba. La que entre el viernes y la mañana de ayer daba opción a los tres outsiders postulantes al margen de la media docena de purasangres que desde diciembre habían venido trabajando concentrados en Trasona a las órdenes del seleccionador Miguel García: los campeones olímpicos Cristian Toro, Saúl Craviotto y Marcus Cooper, más Carlos Garrote y los gallegos como Toro Rodrigo Germade y Roi Rodríguez.

Carlos Arévalo, que el viernes había sido tercero en la final del K-1 200 del selectivo, acabó ayer octavo en la del K-1 400 que ganó Roi Rodríguez, obteniendo el plácet de los responsables técnicos de la RFEP para sumarse a las tiradas de las que saldrá el K-4 continental esta temporada. Previstas del martes al viernes de la próxima semana, con cuatro combinaciones diferentes con los siete preseleccionados, los seis concentrados a las órdenes de Miguel García, y Arévalo.

«Para mí fue un poco sorpresa. Me veía bien entrenando, pero tenía un déficit de preparación, al no poder haber empezado a entrenar esta temporada hasta enero por mi incorporación a las Fuerzas Armadas», explicaba ayer Arévalo. Llegado a este punto, el de Betanzos se postula a la carrera de fondo olímpica. Acceda o no al K-4 500 que irá al Europeo, «queda mucho para Tokio», advierte confiado en sus opciones.