Un último trabajo para Kuyt

Miguel Olmeda | Colpisa

DEPORTES

Feyenoord V Sbv Excelsior

El delantero holandés descuelga las botas para ayudar a ascender al Quick Boys, del que era segundo entrenador, tras apartar a la estrella del equipo

07 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si hay un adjetivo que define a la perfección la carrera de Dirk Kuyt es el de trabajador: nunca escatimó esfuerzos en presionar a un defensa, cerrar su banda, correr tras un balón que se perdía o desmarcarse para que el esférico le acabase llegando a otro compañero. Otro calificativo que le encajaba como anillo al dedo es solidario. «Tú no te muevas que yo voy a correr por ti, por mí, por todos», le dijo en su momento a Fernando Torres en el Liverpool. Siempre comprometido porque el engranaje de su equipo funcionase, ahora retirado, Kuyt no ha cambiado ni un ápice.

Ya en su última temporada en el Feyenoord, la pasada, supo aceptar un nuevo rol en la plantilla de Gio van Bronckhorst entrando desde el banquillo. El fútbol se lo recompensó en la última jornada de la Eredivisie, cuando marcó un triplete para asegurarle a los de Róterdam su primera liga en 18 años. Colgadas las botas a los 38, Kuyt regresó al club en el que ingresó con cinco años y que le terminaría catapultando a la élite en 1998, el Quick Boys de Katwijk, su ciudad natal. Lo hizo como segundo entrenador, aunque apenas unos meses más tarde su camiseta ya cuelga en el vestuario en el lugar del 9.

Y es que en plena lucha por ascender a la Tweede Divisie, la tercera categoría del fútbol holandés, el Quick Boys se ha quedado sin delantero centro. Precisamente por enfrentarse a Kuyt, precisamente por no parecerse a Kuyt. Corría el minuto 75 del partido contra el Odin ‘59 el pasado 17 de marzo y Yordi Teijsse, después de no ir a presionar a los centrales en un saque de banda, escucha las réplicas de su segundo entrenador desde el banquillo. Harto de ellas, decide abandonar el terreno de juego: lleva 22 goles esta temporada y es el principal activo de su equipo para lograr la promoción; no está para correr tras un balón insignificante y arriesgarse a una lesión muscular que dé al traste con sus intenciones de cambiar de aires en verano.

Pese al perdón de Teijsse y la multa del Quick Boys equivalente a su sueldo mensual, Kuyt decidió apartar al delantero de su plantilla, y desde entonces el veterano oranje lleva ejercitándose como uno más junto al grupo. Preparándose para su momento porque, como apunta el diario holandés Omroep West, tiene ficha federativa desde principios de temporada. Según señala el mismo medio, ese momento podría llegar hoy contra el filial del Groningen, ya que el jueves el entrenador Gert Aandewiel no permitió a la prensa presenciar el ensayo con el once titular.

Para lograr el ascenso, el Quick Boys tiene todavía dos frentes abiertos. Por un lado, puede promocionar ganando la Derde Divisie, en la que marcha segundo a cinco puntos del Spakenburg a falta de ocho jornadas. Por otra parte, también puede luchar por ser equipo de Tweede Divisie proclamándose campeón de uno de los tres períodos en los que se divide la liga: en este último, del que solo se han disputado tres partidos de once, es colíder junto al Jong Volendam con nueve puntos. Con Dirk Kuyt en el frente de ataque, 104 veces internacional y con 324 goles en su currículo, el objetivo está más cerca.

El precedente de Van der Sar

El caso de Kuyt no es ni mucho menos una excepción en Holanda, donde otros grandes mitos ya descolgaron las botas para ayudar a clubes aficionados. El último caso fue el de Edwin van der Sar en el 2016. Cinco años después de retirarse por todo lo alto en el Manchester United, con la final de la Champions ante el Barcelona como partido final, el portero volvió para echarle un guante, nunca mejor dicho, al equipo de su infancia. El VV Noordwijk, de la cuarta división holandesa, andaba inmerso en la pelea por el ascenso (precisamente con el Quick Boys que ahora defiende Kuyt), cuando su meta titular cayó lesionado. Van der Sar dejó a un lado su labor de director de márketing del Ajax para jugar contra el Jodan Boys, e incluso paró un penalti, salvando el empate en el descuento.