Charla con Van Gundy y otras anécdotas del All-Star de Javi Muñoz

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

DEPORTES

CEDIDA

El lucense acudió dentro del cuerpo técnico de Paco Olmos, que dirigió a México contra un equipo de la liga de desarrollo de la NBA

22 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Javi Muñoz (Lugo, 1974) hizo las maletas a finales de septiembre para enrolarse con Paco Olmos en el Fuerza Regia, no pensó ni por un momento que iba a terminar la temporada charlando con Van Gundy en el All-Star de Los Ángeles. «Ha sido una experiencia inolvidable, emocionante y brutal», explica el técnico lucense al otro lado del teléfono después de tres días sin dormir.

Rodean al juego de las estrellas, organizado por la NBA, un sinfín de actividades y espectáculos relacionados con el baloncesto. Muñoz tuvo la oportunidad de asistir como parte del cuerpo técnico de la selección mexicana. «Fue la primera vez en la historia en la que pasó lo que hicimos nosotros, que un equipo de la D-League jugase contra un equipo que no era norteamericano», explica el lucense. Enfrente tenían a Gundy, que dirigió a los NY Knicks en la década de los noventa, «los americanos, como siempre se lo tomaron todo muy en serio», resuelve Javi Muñoz que tuvo tiempo de charlar con el mítico entrenador estadounidense.

«Ya es increíble poder ser uno de los entrenadores del equipo nacional de cualquier país», pero «encima poder estar en el marco de la NBA eso es el no va más», explica el entrenador que el año pasado estuvo como segundo en el Melilla de LEB Oro. «Hubo mucha expectación y bastante gente viéndonos jugar. Además, por la cercanía de la frontera con los Ángeles, había mucho mexicano en las gradas». Perdieron, pero «nos felicitaron porque con tan solo un entrenamiento fuimos capaces de competir bastante tiempo con los americanos», añade feliz.

Todo está milimetrado en un All-Star Game. Un espectáculo que Muñoz compara con «una olimpiada o un campeonato del Mundo» y lo ejemplifica con una anécdota: «Cuando saltamos a la pista, los jugadores de México llevaban unos calcetines que no sé de qué marca eran o qué dibujo tenían y alguien de NBA se los hizo cambiar a todo el equipo, jugaron con otros». Aunque la situación le sorprendió, «me esperaba que fuera así porque en un evento de esta magnitud tienes que tenerlo todo así de medido. Me llamó mucha gente para decirme que qué suerte, aunque el día anterior tampoco lo disfrutamos mucho, porque estábamos demasiado centrados en jugar».

Aunque apenas ha dormido esta semana y hoy disputa el último partido de liga regular con Fuerza Regia, no se lo piensa ante la pregunta de si repetiría la experiencia, «sin duda, diría que sí otras 50.000 veces, estoy muy agradecido a quienes me dieron la oportunidad», comenta. Su agenda para los próximos días marea un poco: Después de jugar tendrán tres días de asueto y volarán a Argentina para disputar la segunda fase de la liga de Américas. Enlazarán con los playoffs. «Hasta donde lleguemos», dice Muñoz sobre el reto final de una temporada exigente en Fuerza Regia que poco tiene que ver con el ritmo de las ligas españolas, «son como dos en una».