«Es más felicidad que presión»

Ariel Greco / DPA

DEPORTES

Cuerpo de gimnasta, corazón de esquiadora y alma de superación. Es la primera baza española de medalla

11 feb 2018 . Actualizado a las 18:11 h.

La primera opción de medalla para España en los Juegos de Corea está en la tabla de Queralt Castellet, una snowboarder de 28 años que llegó a Pyeongchang en el pico de su carrera, después de atravesar una desgracia familiar que le dejó una huella profunda. Víctima de cáncer, su novio y entrenador Ben Jolly falleció en el 2015, aunque para Castellet sigue estando a su lado. Así lo explica al pie del Phoenix Park, donde la atleta de Sabadell busca en la madrugada de mañana su clasificación para la final del halfpipe del martes.

-¿Se siente en condiciones de ganar el oro?

-Me he entrenado para ganar. Es el objetivo para cualquier atleta que participa en unos Juegos. Después, cada competición es un mundo distinto. Ya no depende solo de tus capacidades, sino que influyen otros muchos factores.

-¿Tiene pensada la estrategia?

-La estrategia de esta temporada es mantener una mentalidad flexible, de poderme adaptar a las circunstancias que haya. Hay que estar atenta a todo lo que pase y cambiar la ronda si hace falta.

-Los riders habitualmente no tienen carreras largas. ¿Siente que es el momento justo a sus 28 años?

-Físicamente estoy en el mejor momento. He trabajado mucho con un fisioterapeuta y con un preparador físico para la prevención de lesiones y eso me ha ayudado a tener una forma mucho más ágil. Es muy difícil, pero me ayuda a conocer mi cuerpo, a darme cuenta cuando estoy cansada y a saber poner un límite para guardar esa energía que me queda para otro momento. Me sirve mucho para saber maximizar el tiempo para estar en la nieve.

 

-¿A qué rivales considera más peligrosas?

-El grupo de rivales más peligrosas es mucho más extenso que hace unos años. Ahora mismo, todas lo son. Igual, hay que estar atenta porque en la final cada una tiene trucos diferentes y hacen algo distinto a lo que hicieron en las clasificatorias.

-¿Qué significaría ganar una medalla después de lo sucedido con su novio?

-Para mí cada día que paso en la nieve, cada vez que gano algo, es una satisfacción en la que él también se ve repercutido. Siento que tiene un sentido. Es por su causa que todo está sucediendo de esta forma. Es una satisfacción para mí pero sé que también es una satisfacción para él.

-¿Es un motivo de presión adicional que se les considere con tantas posibilidades?

-Sí. Imagino que todos los factores pueden causar una presión adicional, pero también creo que todo depende de la que se llegue a poner uno mismo. Es algo mental y todo sucede por una causa. Si la gente cree que puedes ganar una medalla, quiere decir que lo estás haciendo bien. Para mí, es más felicidad que presión.

-¿Qué es lo que más le gusta de su deporte?

-Es un deporte que te permite expresar. Con la forma en que ejecutas tus trucos, tú puedes expresarte. Entonces, entra la creatividad, es como hacer un dibujo. Puedes mostrarte tal como eres y dejarlo expuesto en el aire. Después, la gente te mira, los jueces te juzgan, pero lo más importante es la sensación que te da. Poder expresarte a través de un deporte es algo muy especial.

-Usted tiene un pasado como gimnasta. ¿Cómo le influyó?

-Me influyó positivamente porque me enseñó el espíritu del trabajo. La gimnasia es un deporte muy sacrificado porque ya desde muy pequeña tienes que trabajar mucho. Me ha servido en el snowboard y en la competición, porque el que más trabaja, más consigue. Pero me tuve que adaptar por lo que decía antes de los esfuerzos. La gimnasia te enseña a prescindir de muchas cosas para poder entrenar más horas y aquí hay que saber conocer el cuerpo, porque cuando uno está demasiado cansado, el rendimiento baja. Es así. La gimnasia me inculcó el «vamos, hay que seguir, seguir, seguir» y a veces hay que saber frenar.

-¿Ser tan pequeña le sirve para tener mejor rendimiento?

-Sí, yo creo sí. Me permite girar rápido y me da el punto de explosión para hacer los elementos. Y para el control en el aire también puede servir. Aunque también los altos tienen sus ventajas porque pueden saltar más. Al final, todo está nivelado porque cada uno convive con sus virtudes.