Un encuentro con la nostalgia

j. m. fernandez

DEPORTES

El Leyma recibe al COB de Johnson, hijo de Reggie Johnson, al que el Aranzana dirigió en el inicio de los años noventa

28 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de quince temporadas en la Liga ACB y toda una vida en los banquillos dan para mucho. Tanto como para que esta tarde, el Palacio de los Deportes de Riazor (17.30 horas) albergue, además de un emotivo derbi, un inesperado encuentro: el de Gustavo Aranzana con Reginald Johnson jr, el hijo del que fuera jugador del mismo nombre en los ochenta y noventa, una leyenda en la Penya (jugó cuatro temporadas en el Joventut) y en el Elosúa León, donde jugó a las órdenes del actual técnico del Leyma.

«En la primera vuelta no me di cuenta. Oí durante la presentación el nombre de Reginald Johnson, pero es un nombre tan común en Estados Unidos que ni se me ocurrió pensar en que podía ser su hijo». Reggie no fue un norteamericano cualquiera en el baloncesto español: tras cuatro temporadas en la NBA -anillo incluido con los Sixers- emprendió la aventura europea, un año primero en Italia y posteriormente otros ocho en España, cuatro en la Penya -con la que ganó la Recopa y la Korac, además de 2 Copas del Príncipe- y otros tantos en León -sexto dos veces en la ACB- , donde, a los 38 años, en 1995, puso fin a su carrera. «Un artista en el poste bajo. Elegante y con mucha calidad, impartía clases magistrales cada partido», afirma sobre él Aranzana, que insiste también en que era «un señor en todos los aspectos».

Un año antes de retirarse definitivamente -en 1994 lo había dejado, pero volvió para ayudar en León- había nacido Reginald Johnson jr, jugador del Ourense baloncesto en su segunda temporada en el baloncesto europeo.

Mientras que su padre era un cuatro de 204 centímetros que destacaba por su sereno liderazgo y por sumar intangibles, su hijo se desenvuelve como base, mide 1,90 y es una de las claves de la recuperación de un Ourense que llega a A Coruña tras sumar cinco de las seis victorias que lleva de forma consecutiva. En la primera vuelta, se impuso el Leyma (84-87). «Es muy joven y hay que darle tiempo, pero si tiene la clase del padre va a ser muy grande», aventura Aranzana.

Tras la derrota en Oviedo, donde el Leyma acusó la rigidez arbitral (40 tiros libres lanzaron los locales por 13 el visitante), para el cuadro coruñés la cita de esta tarde vuelve a ser clave para afianzar su posición entre los nueve primeros. Para el cuadro ourensano, una oportunidad más de huir de la quema y la posibilidad de acercarse a los play off. En cualquier caso, con uno y otro al completo, un derbi habitualmente igualado. Y, además, para Aranzana, un encuentro con la nostalgia.