«Me despido desde Hong Kong dejando un blog con menos salitre y más curiosidades de mi vida en tierra», escribe Támara Echegoyen desde la Volvo Ocean Race
26 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A veces no valoramos lo afortunados que somos dedicándonos a lo que más nos gusta, y sobre todo si lo que hacemos nos da posibilidades como estas. Conocer el mundo desde una perspectiva muy diferente, una a la que no todo el mundo puede acceder. Hace ya varios meses que empezó la competición y hasta el momento hemos recorrido cuatro continentes: Europa, África, Asia y Oceanía. De una forma un tanto peculiar. La primera gran diferencia es que entras por mar, así que el primer trámite -aduanas- lo haces de una manera completamente diferente en casa país, ¡y no en el aeropuerto! La segunda, es la duración del viaje y el medio de transporte. Conocido sobradamente por todos. Y la tercera y más importante es que puedes cambiar de hemisferio sin ningún tipo de jet lag. Recomendable.
Aparte de las ventajas citadas anteriormente, creo que lo que más me sorprende al llegar en cada parada es la variedad cultural que te encuentras y la que en ocasiones desconocemos. Esta competición te regala una oportunidad magnífica para recorrer el mundo, pasando por distintas ciudades y conociendo a su gente. Al hacerlo de una manera continuada te permite trazar un buen mapa de ruta y poder comparar las distintas culturas que vamos encontrando en nuestro recorrido.
La ventaja que más me apasiona son las vistas, no sólo de los continentes desde el mar sino de cada uno de los mares y océanos que he tenido la oportunidad de conocer encima del Mapfre. Me quedo con cada uno de ellos y sus diferentes dificultades. Aunque no os voy a engañar, espero que en la próxima etapa que crucemos los doldrums nos den algo más de tregua.
Me despido desde Hong Kong dejando un blog con menos salitre y más curiosidades de mi vida en tierra.
¡Hasta pronto!
Támara Echegoyen es campeona olímpica de vela y la primera regatista española que participa en la Volvo Ocean Race